ROSA BAZÁN DE CÁMARA 11
¿Quién la mete a la mujer
Con Petrarca y Garcilaso,
Siendo en Virgilio y Tasso, Hilar, lavar y coser?
Por fortuna para satisfacción nuestra, comienza a ser arcaico y extemporáneo el concepto éste de in- ferioridad integral que tanto tiempo había imperado; y crece, en cambio, el número de los que quieren tro- car las afrentas y ultrajes, en honras y premios; de los que quieren ver y palpar el problema que hoy principia a resolverse, no a través de sistemas cerra- dos y abstractos.
Stuart Mill y Hoffding (quiero nombrarlos pronto) son estos filósofos los primeros en parar el huevo del problema Femenino.
En “Esclavitud de las mujeres” escribe Stuart Mill: “lo que se llama hoy naturaleza femenina, es un producto artificial. Se dogmatiza sobre este punto y se olvida las más importantes bases de la psicolo- gía: las leyes que rigen la influencia de las circuns- tancias sobre el carácter”. Y Hoóffding desconfía de las afirmaciones ligeras y dice: “es menester usar mucha prudencia cuando se habla de las diferencias o de las particularidades naturales; la naturaleza en lo que respecta a los seres vivos, está en estado de evolución constante, la naturaleza actual es un re- sultado: en la mujer, naturaleza y condición de vida influyen mutuamente; su condición determina su na- turaleza y ésta reacciona sobre la misma”.