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un pequeño pie, preso en un botín color violeta.

Y era esta joven de diecisiete á dieciocho años de edad, y bella como un rayo del alba, si nos es permitida esta tan etérca comparación. Los tizos de un cabello rubio y brillante como el oro, deslizándose por las alas de un sombrero de paja de Italia, caían sobre un rostro que parecía haber robado la lozanía y colorido de la más fresca rosa, Frente espaciosa é inteligente, ojos límpidos y azules como el cielo que los iluminaba, coronados por unas ce—jas finas, arqucadas y más obscuras que el cabello; una nariz perfilada, casi transparente, y con esa ligerísima curva, apenas perceptible, que es el mejor distintivo de la imaginación y del ingenio; y, por último, una boca pequeña y rosada como el carmin, cuyo labio inferior la hacía purecerse á las Princesas de la casa de Austria, por el bello defecto de sobresalir algunas líneas al labio superior, completaban lo que puede describirse de aquella fisonomía distinguida y bella, en que cada facción revelaba delicadezas de alma, de organización y de raza, y para cuyo retrato la pluma descriptiva es siempre ingrata.

Agregad á esto un talle de doce pulgadas de circunferencia, sosteniendo un delicado vaso de alabastro en que parecía colocada como una flor, aquella bellísima cabeza, y tendréis una idea medianamente aproximada de la joven del coche, vestida con un traje de seda de color jacinto, y un chal de cachemira blanco, con guardas color naranjalfabía algo de aéreo, de vaporoso, on esta criatura, que esparcia en torno suyo un perfume que sólo era perceptible al alma—alma de los que tienen el sentimiento de la belleza. Fisonomía de perfiles, formas ligerísimamente dibujadas por el pinAMALIA 10. TOMO I