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Con quién se iba á embarcar el que se ha escapado?

Con el salvaje unitario, y con los demás salvajes que lo acompañaban.

—¿Y usted cree que Oliden salió á la calle á recoger los primeros salvajes que encontró, para embarcarse con ellos?

—No, Excelentisimo señor.

—Entonces, esce salvajes eran amigos de Oliden?

—Es muy natural—dijo Victorica que empezaba á comprender el punto á donde se dirigía Rosas.

—Entonces, si eran amigos, se debían visitar?

—Sin duda.

WAX

Land —Entonces, la oriada que delató á Oliden, debe saber quiénes lo visitaban con más frecuencia.

—Es muy cierto.

Quienes estuvieron con él, hoy, ayer y antes de ayer?

—Así es, debe saberlo.

—Estuvieron tal y tal y tal; han muerto Maisson, Lynch y Riglos; entonces, rastree por los nombres que no sean esos, y si por ahí no da con lo que busca, no pierda el tiempo en incomodarse más.

—El genio de Vuecclencia no tiene igual. Haré exactamente lo que Vuecelencia me indica.

—Mejor fuera que lo hiciese sin necesidad de indicaciones; que por no tener nadie que me ayude, tengo que trabajar por todos — le respondió Rosas.

Victorica bajó los ojos, en cuya pupila se babía clavado como una flecha de fuego la mirada imperatriz, y en ese momento despreciativa, de Rosas.