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Carmen de Burgos
sin poder olvidar aquel pequeño cuartito, donde tan feliz había sido.
Una tarde el joven encontró á Marta, la amiga íntima de Elena.
Ella le habló de su antigua amante y él no tuvo valor para prohibirselo.
Elena estaba enferma, muy enferma; aquel hombre la había abandonado y la muchacha se moría de tristeza y de hambre, lloraba su ingratitud con Manuel y quisiera verse perdonada...
Manuel sólo entendió una coss; Elena era desgraciada y Elena se arrepentía.Aquella tarde su anciana madre lo esperó en vano; él fué á la calle que le había indicado Marta, y, sin hacer una alusión á lo pasado, sin una palabra de reproche ó de amargura, dijo á la joven, que esta