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¿Alucinacion etc.

ALUCINACION RTCdecía—; y tú ¿me queriás entonces?

Sí, enséñame qué debo hacer.

Desde aquel día yo me consagré á la educación de Eugenia; la miraba como si fuese mi hermana, ella absorbía mi vida; la empecé á enseñar como á un niño y sus progresos eran asombrosos.

Jamás he visto una inteligencia semejante. Cuatro añcs pasaron para mi en un éxtasis de felicidad. Eugenia no era ya la chicuela que recogí en el arroyo; sabía leer, tocaba el piano, y sus modales eran los de una señorita; parecía que recordaba una existencia anterior... Se había desarrollado, su talle era redondo, elegante, y sus manos de niña blancas y transparentes se sostenían en dos brazos morbidos, torneados... de color un poco pálido; vestía con distinción y sencillez. Su aspecto era