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¿Alucinacion etc.

traste con el color de sus sienes, parecían dos esmeraldas, verdes, grandes y tornasolados por los reflejos de la luz y las impresiones del cerebro... Aquellos ojos linzaban destellos dulces y acariciadores como los rayos de la naciente aurora ó adquirían el verde obscuro, opaco, de las ondas del Océano; á veces se iluminaban con una intensidad extraña, indefinible, como el relámpago en noche tempestuosa, como la luz del alcohol en sus vacilantes llamas policromas, como la cárdena claridad del rayo que quema y no alumbra.

La boca era pequeña, carnosa, de labios tan rojos y húmedos, que parecían bañados en sangre.

Las manos y los pies eran chiquitos, infantiles.

Yo me senti subyugado; me pareció que la conocía, que era algo