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) Pág. 138.—Estrabon, 1. 1, p. 38.

(38) Pág. 139. —Probablemente el valle del Don ó de Kuban. Véase Mamboldt, Asie centrale, t. 1, p. 164. Ferecidas dice espresamente tiragm. 34 ex sell. Apollon, 1. IT, v. 1214) que el Caucaso se habia encendido, y que Tifon se habia refugiado en Italia por esta razon; tradicion de que dedujo Klausen, en la disertacion citada mas arriba una relacion alegórica entre Prometeo. el encendedor del fuego (=upxaets), y la montaña cuyas dos primeras silabas despiertan cada una de por sí Ja idea del fuego. Aunque la condicion geognóstica del Cáucaso, esindiada recientemente por Abich con gran diligencia y la relacion cuya existencia creo haber enseñado en otra parte, entre esta montaña y el Thian-chan volcánico del Asia central (los montes celestes), permitan creer que hubieran podido conservarse, en las tradiciones mes antisuas de la raza humana recuerdos de los sagrados fenómenos volcánicos, es mejor suponer, sin embargo, que los Griegos llegaron por casualidades de la etimología a la hipótesis del Cáucaso encendido. Sobre el origen sanscrito de la palabra Graucasus (montaña resplandetiente), v"anse las opiniones de Bohlen y de Burnouf espuestas en el Asie eentrale, t. Tp. 109,

(39) Pág. 139. —Utfredo Muller, Minyer, p. 217, 251 y 274. Hortero no

eonocia ni el Faso, ni la Colquida, ni las cole de Hércules; hero el Faso es ya citado por Hesiodo. Las fabulosas leyendas sobre la fuelta de los Argonautas por el Faso. el teéano oriental y la pretendida biurracion del Ister, ú por el doble lago Triton formado á consecuencia de saendidas volcánicas, tienen singular importancia para el conocimiento de las primeras observaciones de la configuracion de los continchtes.

Véase Examen critique. 1. 1, p. 179: t. 11. p. 135-137 y Otíredo Mdler,

Minyer. p. 357. Los delirios geográficos de Pisandro. de Timagútes y de Apolonio de Rodas se propagaron, por olra parte, hasta fines de la qlad media. y llegaron á ser á las veces eausas de confusion y de obstáctlos lesagradables. y á veces un estímulo para muevos descubrimienfps. Esta reaccion de la anligiedad sobre los tiempos posteriores, durante los cuales dejábanse guiar los escritores mas por conjeturas que por obserta£iones reales. ha sido desgraciadamente muy descuidada hasta aquí tu la historia de la geografia. Bueno es advertir, con este motivo, que de me propongo únicamente al escribir las nolas del Cosmos, indicar como medio de esclarecer las opiniones espresadas en el testo las fuentes bibliográficas sacadas de las diferentes literaturas: he aprovechado de la mayor libertad que estas notas permitan para ofrecer á la reflexion mar teriales tan abundantes como me lo han consentido mi esperiencia y lar3os ostudios literarios.