Nace fragante, delicada, hermosa
de Ignacio María de Acosta


 Nace fragante, delicada, hermosa,
 rica en colores, tímida y galana,
 entre perlas que riega la mañana
 en verde tallo la encendida rosa.
 

 El aura la acaricia voluptuosa;
 en agradarla el colibrí se afana;
 y la rosa gentil de la sabana
 es el hechizo y la adorada diosa.
 

 Pero si envuelto en polvoroso aliento
 con torpe labio y bárbara inclemencia
 besa la flor el huracán violento,
 

 entonces mustia, sin color ni esencia
 muere infeliz, cual muere en un momento
 al contacto del vicio la inocencia.