Los comestibles mas baratos

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


Los comestibles mas baratos.

Ún artesano no muy rico envió á su hijo á estudiar á Salamanca, y para poder sobrellevar los gastos de la carrera, le dijo:

— No soy un poderoso, hijo mió, y es necesario que comas de lo mas barato, porque de otra manera no te podré sostener y tendrás que volverte.

Nuestro estudiante llegó á la ciudad, y dijo para sí: necesito obedecer á mi padre; fué al mercado y preguntó:

— ¿Cuánto vale un cerdo?

— Unos ochocientos reales.

— ¿Y una vaca?

— Quinientos.

— ¿Y un carnero?

— Ciento.

— ¿Y un cordero?

— Treinta. — Todo esto es muy caro, pensó el estudiante; dígame V. ¿y una perdiz? preguntó á otro.

— Cuatro reales.

— Ya sé lo que mi padre quiere, dijo, es claro que coma perdices. Pues señor, le daremos gusto.