La Eneida (traducción verbum ad verbum)/Libro II

Libro II
Traducción verbum ad verbum por Christian Gómez Salas (2.1-100), Ángeles Aguilera Bretones (2.107-200), Elena Fernández Naranjo (2.201-300), Nerea Alarcón Carretero (2.301-400), Laura Rodríguez Aparicio (2.401-500), Andrea Rodríguez Virtudes (2.501-600), Alba Fernández Millán(2.601-700), Violeta Rubiales Rodríguez (2.701-804) y revisada por Ana Pérez Vega



1 Todos se callaron y, atentos ("tensos-hacia-Eneas" n.s.m.), tenían los rostros.
2 De-ahí, el padre Eneas así comenzó (orsus [est]) desde su alto lecho:
3 “Un dolor inefable (infame, execrable), oh reina, ordenas renovar,
4 (de) cómo las riquezas troyanas y su triste reino
5 derruyeron los dánaos, cosas desgraciadísimas que (quae) yo mismo he visto
6 y de las que fui parte muy-grande. ¿Quién, diciendo tales cosas,
7 de los mirmídones o dólopes, o soldado del cruel Ulises,
8 se templaría (abstendría) de las lágrimas? Y ya la noche húmeda se
9 precipita del cielo (abl.) [o bien "se precipita al cielo (dt.)"] y persuaden a los sueños las declinantes estrellas.
10 Pero si tan grande (es) tu amor por conocer nuestros casos
11 y por oír brevemente la labor (la caída) suprema de Troya,
12 aunque el ánimo, al recordarlo, se horroriza y huye del luto (con, por luto),
13 empezaré. Rotos por la guerra y rechazados por los hados
14 los conductores de los dánaos, pasados ya tantos años,
15 edifica con el arte de la divina Palas, un caballo en-la-figura (instar, in-sto, in-stead)
16 de un monte, y entretejen los costados con abeto seccionado;
17 (lo) simulan un voto por el regreso; se divulga esta fama.
18 Aquí, habiéndolos sorteado (ellos), incluyen furtivamente para su ciego costado
19 unos elegidos cuerpos de hombres, y profundamente
20 llenan las cavernas ingnentes y su útero con armado soldado.
21 A la vista está Ténedos, isla de conocidísima fama,
22 rica de recursos (de Príamo) mientras se mantenían los reinos de Príamo,
23 ahora solo (tantum) un golfo y una estación mal segura (no fiel) para las carenas/quillas:
24 lanzados aquí, se esconden en el desierto litoral;
25 nosotros pensando (rati sumus que habíamos pensado) que se habían ido y que con el viento habían buscado Micenas.
26 Así pues, toda Teucria se desató en (o se liberó de) (solvit) un largo duelo;
27 se abren las puertas, agrada ir y ver los campamentos dorios
28 y los lugares desiertos y el litoral abandonado:
29 aquí la mano (tropa) de los dólopes, aquí tenía-las-tiendas el salvaje Aquiles;
30 aquí el lugar para las flotas, aquí solían luchar en fila.
31 Una parte contempla-estupefacta el regalo mortal (exitiale) de la innupta Minerva
32 y (se) admiran (de) la mole del caballo; y el primero Timetes
33 exhorta a que sea-conducido dentro de los muros y sea-colocado en la ciudadela,
34 o bien por el engaño, o bien porque ya así lo llevaban los hados de Troya.
35 Sin embargo, Capis y (aquellos) para cuya mente (había) una mejor sentencia,
36 ordenan o precipitar al piélago las insidias y los sospechosos regalos de los dánaos
37 y quemarlos con llamas puestas-por-debajo,
38 o perforar los cóncavos escondites (cavas... latebras) del útero y tentarlos (probarlos).
39 Se escinde el vulgo incierto hacia afanes (studia) contrarios.
40 Allí, Laocoonte, primero antes que todos, acompañándo(lo) una gran muchedumbre,
41 baja-corriendo ardiente de la suma fortaleza (de lo más alto de la fortaleza),
42 y desde-lejos: “Oh desgraciados ciudadanos, ¿qué locura tan grande?
43 ¿Creéis marchados a los enemigos (que se han ido los enemigos) o pensáis que algunos
44 regalos de los dánaos carecen de trampas? ¿Así (es) conocido Ulises?
45 O incluidos en este leño se ocultan los aqueos,
46 o contra nuestros muros ha sido fabricada esta máquina,
47 para inspeccionar nuestras casas y para caer desde arriba hacia nuestra ciudad,
48 o algún otro error late; no creáis al caballo, teucros.
49 Lo-que-quiera-es esto sea (es), temo a los dánaos incluso ofreciendo regalos.”
50 Así (había) dicho y un asta ingente blandió (torció) con vigorosas fuerzas
51 contra el costado y contra el vientre curvado por las ensambladuras (compagibus) del fiero.
52 Aquélla (asta, la lanza) se sostuvo vibrando, y en el útero sacudido
53 resonaron las cóncavas cavernas (cavae... cavernae) y dieron un gemido.
54 Y, si los hados de los dioses, si nuestra mente no hubiera sido izquierda (adversa),
55 nos había empujado a deformar los escondites argólicos con hierro (a hierro),
56 y Troya ahora estaría-en-pie, y (tú), alta fortaleza de Príamo, permanecerías.
57 He-aquí-que, entre tanto, unos pastores dardánidas traían a un joven,
58 atado (n.s.m.) sus-manos (ac.pl.f.) a la espalda, (lo traían) ante el rey con gran clamor;
59 el cual se había ofrecido a-sí-mismo, desconocido, en-contra/de-grado (ultro), a los que venían,
60 para que él urdiera esto mismo (para poder él urdir esto mismo) y (para) que él abriera Troya
61 a los aqueos, (con)fiándose (él) de su ánimo, y preparado para lo uno y lo otro,
62 o bien (para) tramar engaños o (para) sucumbir a una muerte cierta.
63 De-todas-partes, por afán de ver, la troyana juventud
64 difundiéndose-alrededor (de él), se precipita, y luchan por hacer-burla al capturado.
65 Escucha (acoge) ahora las insidias de los dánaos y por un solo crimen
66 conócelos (apréndelos) a todos (los dánaos y sus engaños).
67 Pues cuando, turbado en la mitad de la vista (a la vista de todos), se quedó de pie,
68 inerme, y miró-alrededor con sus ojos las filas frigias:
69 “Ay, ¿qué tierra ahora”, dijo, “qué superficies pueden acogerme?
70 ¿o qué ya, desgraciado, a mí finalmente me resta,
71 para el cual ni entre los dánaos, en-ninguna-parte, lugar (hay), y, sobre-ello, los propios
72 dardánidas, hostiles, mis castigos con sangre piden?”
73 Con este gemido convertidos los ánimos (fueron) y (fue) reprimido
74 todo ímpetu. Lo exhortamos a decir de qué sangre (había) crecido,
75 o qué traiga; (que) recuerde (rememore) cuál sea su confianza para el cautivo (para él, un cautivo).
76 [Aquél dijo estas cosas, abandonado finalmente el miedo:]
77 “Todas las cosas, verdaderas, yo-ciertamente a ti, rey, fuera lo-que-fuera,
78 te confesaré”, dijo, “y no me negaré de la gente argólica (de Argos).
79 Esto, lo primero; y no, si la Fortuna forjó (fingió) a Sinón desgraciado (miserable),
80 (no) lo forjará (fingirá) también, la malvada, vano y mendaz.
81 Hablando, si por fortuna/azar (forte) ha llegado a tus oídos algún nombre
82 de Palamedes, el Belīda, y su gloria ínclita por la
83 fama, al cual los pelasgos, por una falsa traición,
84 (siendo él) inocente (insontem), con un infame indicio, porque vetaba las guerras,
85 lo enviaron a la muerte, ahora lo lloran, privado de la luz:
86 para él, a mí (como) acompañante suyo y pariente por consanguinidad,
87 mi padre, pobre, desde mis primeros años, me envió aquí a las armas.
88 Mientras estaba/se-mantenía incólume en el reino y tenía-vigencia
89 en los concilios de los reyes, también (et) nosotros llevamos (conseguimos)
90 algún nombre y fama. Después que la envidia (odio) del farsante (pellax) Ulises
91 -no digo cosas desconocidas- lo arrojó desde las costas superiores,
92 afligido (yo), arrastraba mi vida entre tinieblas y luto
93 y me indignaba conmigo-mismo-(de) la desgracia (casum) de mi inocente amigo.
94 Y no callé, demente, y me prometí a-mí-en-persona, si alguna fortuna (me) llevara (favoreciera),
95 que si algún-día regresase vencedor a mi patria Argos (mis patrios Argos),
96 me prometí (a mí mismo como) vengador, y odios ásperos promoví con mis palabras.
97 Desde-ahí (procede) para mí la primera caída de mi desgarcia, desde-ahí Ulises (empezó-a)
98 aterrarme siempre con nuevos (insólitos) crímenes, desde-ahí (a) esparcir voces ambiguas
99 al vulgo, y buscar, consciente, las armas (guerra).
100 Y no descansó, pues, hasta que, siendo ministro (consejero) Calcante...
101 Pero ¿por qué yo remuevo (revolvo) para-nada estas cosas ingratas,
102 o a qué me demoro? Si en un solo orden tenéis a todos los aqueos
103 y oír esto ya suficiente es, ahora-mismo asumid (aplicad) los castigos:
104 esto querría el de Ítaca y los Atridas lo pagarán (paguen) a lo grande.
105 Entonces en verdad ardemos por conocer y preguntar las causas,
106 ignorantes de crímenes tan-grandes y del arte pelasga.
107 Prosigue lleno-de-pavor y con pecho fingido habla.
108 "A menudo los dánaos desearon preparar la fuga, abandonada
109 Troya, y desertar, cansados, de la larga guerra;
110 ¡ojalá lo hubiesen hecho! A menudo los recluyó a ellos el áspero
111 temporal (hiems) del ponto y el Austro aterrorizó a los que partían.
112 Principalmente, cuando ya aquí, tejido con vigas de-arce, se alzara
113 el caballo, los nimbos (tormentas) resonaron por todo el éter.
114 Intrigados, (Suspendidos,) enviamos a Eurípilo a investigar (scitatum) los oráculos de Febo,
115 y él (is-que) reporta estas tristes palabras de los templos (adytis):
116 "Aplacasteis los vientos con sangre y con una virgen asesinada (Ifigenia)
117 cuando primero, dánaos, llegasteis a las orillas ilíacas;
118 con sangre han-de-ser-buscados (quaerendi sunt) los regresos y se-ha-de-propiciar (litandum est) con un alma argólica.
119 Cuando (esa) voz llegó a los oídos del pueblo,
120 sus ánimos quedaron-estupefactos y corrió un gélido temblor por sus más hondos
121 huesos (lo más hondo de sus huesos). ¿A quién los hados preparen, a quién busque Apolo?
122 Aquí el-de-Itaca, con gran tumulto, arrastra al-medio-de-todos al adivino
123 Calcante; cuáles sean esos númenes de los dioses
124 le inquiere. Y ya muchos cantaban (presagiaban) para mí la cruel impiedad
125 del artífice (de Ulises), y callados veían lo-que-iba-a-venir.
126 Dos veces cinco (diez) días se calla y, cubierto, rehúsa
127 entregar con su voz a alguien, u oponerlo a la muerte.
128 A-duras-penas, finalmente, llevado (movido) por los grandes clamores del-de-Ítaca
129 rompe su voz, por-un-pacto, y me destina al altar.
130 Asintieron todos, y las cosas que temía(n) para sí cada uno,
131 las soportaron, vueltas (conversa) hacia la muerte de un solo desgraciado
132 Y ya había-llegado el nefando día: ser-preparados (se preparan) para mí los sacrificios/sacramentos,
133 y los frutos salados, y las bandas alrededor de mis sienes (tempora).
134 Me arrebaté, lo confieso, de la muerte, y rompí mis ataduras,
135 y a-través-de la noche en un lago limoso, oscuro (yo), en la ova (alga)
136 me escondí mientras ellos dieran velas, si por fortuna/azar las hubieran dado.
137 Y ya para mí no (hay) esperanza alguna de ver mi patria antigua,
138 ni a mis dulces hijos y a mi añorado padre,
139 a los cuales ellos (los dánaos) quizá (fors) pedirán también (et) los castigos por nuestra fuga (mi fuga)
140 y esta culpa expiarán con la muerte de esos desgraciados.
141 Por eso a ti, por los dioses-superiores y por los númenes conscientes/conocedores de lo verdadero,
142 por (la fe [fidem]) si alguna fe (fides) hay, no-violada que reste todavía a los mortales
143 en algún lugar, te ruego, compadécete de mis labores
144 tan-grandes, compadécete de un ánimo que-lleva/soporta cosas no dignas.
145 Por estas lágrimas le damos la vida y nos compadecemos incluso (más-allá/voluntariamente, ultro).
146 El mismo Príamo, el primero, ordena aliviar las ligaduras-de-las-manos y las apretadas
147 ataduras y así habla con palabras amigas:
148 "Quienquiera-que seas (eres), desde-ahora olvida ya a los griegos perdidos
149 (nuestro serás) y a-mí que-te-(las)-pregunto refiéreme (edissere) estas cosas, verdaderas:
150 ¿por qué levantaron (establecieron) esta mole del caballo desmesurado? ¿Quién (es) el autor?
151 ¿O qué buscan? ¿Qué religión (qué voto es)? ¿O qué máquina de guerra?
152 Había dicho. Aquel, instruido en los engaños y en el arte pelasga,
153 sostuvo hacia las estrellas sus palmas desnudadas de ataduras:
154 "A vostros, eternos fuegos, y a vuestro no violable numen
155 os-pongo-por-testigo(s), dice, a vosotros, altares y espadas nefandas,
156 a los cuales huí, y las bandas (cintas) de los dioses, las cuales llevé (como) víctima:
157 séame-concedido [fas sit] disolver las sagradas leyes de los griegos
158 séame-concedido odiar a esos hombres, y referir todas las cosas bajo las auras,
159 si algunas (en)cubren (todas las que encubren); no soy retenido para/por patria ni leyes nigunas.
160 Tú, solamente (modo), mantén (haz-que-te-mantengas en) las promesas; y que preserves tú, (oh) Troya
161 preservada, la fe-dada, si cosas verdaderas referiré, si grandes-cosas te pagaré-en-contra.
162 Toda la esperanza de los dánaos y la confianza de la emprendida guerra
163 se-sostuvo (stetit) siempre en los auxilios de Palas. Sin embargo (sed-enim) desde-que (ex quo) el impío Tidida(Diomedes),
164 y (desde que) Ulises, el inventor de crímenes,
165 habiéndose-acercado para arrebatar del sagrado templo el fatal
166 Paladio, asesinados los custodios de la suprema fortaleza,
167 arrebataron la sagrada efigie/imagen, y con manos cruentas/sangrientas
168 osaron (ausi [sunt]) tocar las cintas virgíneas de la divina (Minerva),
169 desde entonces (desde aquello, ex illo) [empezó a] fluir/deshacerse la esperanza de los dánaos, y a retroceder atrás la esperanza de los dánaos,
170 rotas [fueron] sus fuerzas, adversa [fue] la mente de la diosa.
171 La Tritonia/Atenea/Minerva dio estas señales con no-dudosas muestras [monstruos, portentos].
172 Apenas depositado (fue) el simulacro (imagen) en los campamentos: ardieron unas brillantes
173 llamas en sus luces erguidas (ojos erguidos), y un salado sudor
174 fluyó por sus articulaciones (miembros), y tres veces ella-misma desde el suelo (admirable de decir)
175 destelló, llevando su escudo y su lanza temblando.
176 Al-mismo-tiempo Calcante canta que han de ser tentadas las superficies con la huida
177 y que no puede(n) los Pérgamo(s) ser-abiertos a los dardos argólicos
178 si no vuelven-a-buscar los Argos y el numen vuelven-a-conducir
179 el que por el piélago en las curvas naves trajeron consigo.
180 Y Ahora que con el viento buscaron las patrias Micenas,
181 las armas y dioses preparan como acompañantes, y, vuelto-a-ser-medido el piélago,
182 imprevistos llegaron (llegaron de improviso); así explica los ómenes Calcante.
183 Advertidos, levantaron esta efigie en-lugar-del Paladio y en-lugar-del numen herido
184 la cual expiara el triste sacrilegio.
185 Sin embargo Calcante mandó levantar esta inmensa mole,
186 con robles entretejidos, y al cielo elevarla
187 para que no pudiera ser recibida por las puertas o ser-conducida a las murallas,
188 ni protegerse el pueblo (troyano) bajo su antigua religión
189 pues si vuestra mano hubiese violado los dones de Minerva,
190 entonces una gran destrucción (el cual omen/presagio los dioses antes contra él mismo
191 viertan) (una gran destrucción) ocurriría (futurum, llegaría-a-ser);
192 Pero si no con las manos vuestras hubiese ascendido a vuestra ciudad
193 más-allá(en-adelante) Asia vendría (venturam) en una gran guerra contra las murallas de Pélope
194 y estos hados permanecerían/esperarían a nuestros nietos."
195 Con tales insidias y el arte del perjuro Sinón
196 creída la cosa (fue), y capturados (fueron) con engaños y lágrimas forzadas,
197 (aquellos) a los que ni el Tidida(Diomedes) ni Aquiles de-Larisa,
198 y no domaron diez años, (y tampoco) no mil carenas/quillas.
199 Aquí otra cosa-mayor para (nosotros), desgraciados, y mucho más terrible
200 se presenta, y turba nuestros pechos impróvidos (desprevenidos).
201 Laocoonte, conducido (elegido) por la suerte (como) sacerdote para Neptuno,
202 sacrificaba un toro ingente a las solemnes (anuales) aras.
203 He-aquí, sin-embargo-(que)-, unos gemelos reptiles, desde Ténedos,
204 por las altas, tranquilas (superficies) --me-horrorizo refiriéndolo--
205 con inmensos con orbes (órbitas) se lanzan/echan al mar, y, al par, a los itorales tienden (van);
206 los pechos de ellos, erguidos entre los flujos-marinos, y sus crines
207 sanguíneas, sobrepasan las ondas; la-parte-restante el ponto
208 la recoge atrás, e insinúa (retuerce) las espaldas inmensas en un volumen (voluta, espiral).
209 Se-produce un sonido, en la espumante sal (mar); y ya los campos tenían (los reptiles)
210 y, ellos, inyectados sus ardientes ojos en sangre y en fuego,
211 con sus lenguas vibrantes lamían sus sibilantes/silbantes rostros (ora).
212 Escapamos exangües por la visión. Ellos (los reptiles), en fila certera,
213 a Laocoonte buscan/piden; y, a-lo-primero, un reptil y el otro (serpens uterque),
214 abraza(n) los pequeños cuerpos de los dos hijos (de Laocoonte)
215 y (uno-y-otro-reptil) se apacienta de (se come) las desgraciadas articulaciones con su mordisco;
216 después a-él-mismo, (a Laocoonte), que-iba-en-ayuda-(de-sus-hijos) y que-llevaba dardos
217 (lo) arrebatan (los reptiles) y (lo) ligan con sus espirales ingentes; y ya
218 dos-veces abrazados-(los-reptiles) a-él-(a-su-mitad,de Laocoonte), dos-veces con su cuello las escamosas
219 espaldas dando (los reptiles) (lo) superan con su cabeza y con sus cervices altas.
220 Él, simultáneamente, con las manos intenta deshacer los nudos,
221 rociado/difundido-las-bandas con saña (sangre-corrompida) y con oscuro veneno,
222 simultáneamente, clamores horrendos hacia el cielo eleva:
223 cual-el-toro (eleva) sus mugidos, cuando huye, herido, el toro
224 (a)l ara, y sacude de su cerviz la incierta hacha/segur.
225 Mas, los gemelos dragones, con su deslizamiento, hacia los altos santuarios
226 huyen, y de la salvaje Tritonia buscan la ciudadela,
227 y bajo los pies de la diosa, y bajo el orbe de su escudo se-esconden.
228 Entonces, verdaderamente, un nuevo pavor se insinúa/repta a-través de los pechos
229 temblorosos para-todos, y refieren que Laocoonte, mereciéndolo (merentem),
230 había pagado su crimen, el cual la sacra madera con la cúspide-de-su-lanza
231 hubiera-herido, y (quien) la execrable asta torció/blandió por/para la espalda(-del-caballo).
232 Que-ha-de-ser-conducido el simulacro hacia las sedes y han-de-ser-orados los númenes
233 de la diosa conclaman/claman-todos.
234 Dividimos los muros, y expandimos/abrimos murallas de la ciudad.
235 (Se) ciñen todos a la obra, y a/en los pies (del caballo) hacen-subyacer
236 deslizamientos (lapus) de ruedas, y tienden vínculos/ataduras de-estopa
237 al cuello; escala la fatal máquina los muros
238 preñada de/con armas. Los chicos, alrededor, y chicas innuptas
239 cosas-sagradas cantan, y gozan de tocar la cuerda con la mano;
240 ella sube amenazante se desliza para mitad-de la ciudad.
241 ¡Oh patria! ¡Oh de los dioses casa Ilión, y famosos en la guerra
242 muros de-los-dardánidas! Cuatro en el propio dintel de la puerta
243 se detuvo y en/desde el útero un sonido cuatro veces las armas dieron.
244 Instamos, sin embargo, desmemoriados y ciegos por el furor
245 y el monstruo infeliz en la sagrada fortaleza situamos.
246 También entonces abre Casandra su(s) boca(s) para los hados futuros
247 por mandato del dios (Apolo) ni una-vez creída para/por los Teucros.
248 Nosotros, los santuarios (delubra) de los dioses, desgraciados, para los cuales sería aquel
249 el último día, con festiva fronda (los) velamos por la urbe.
250 Se-vierte mientras tanto el cielo y cae (ruit) al-Océano la noche,
251 envolviendo con su sombra magna la tierra y el polo,
252 y los dolos/engaños de los mirmídones; difundidos/dispersos por las murallas los teucros
253 callaron; el sopor se-apodera-de/abraza sus fatigadas articulaciones.
254 Y ya la argiva falange con las instruidas naves iba
255 desde Ténedos por los amigos silencios de la tácita luna,
256 los litorales conocidos buscando, cuando (cum) las regia popa llamas
257 había llevado, y, defendido (Sinón) por unos hados de dioses inicuos,
258 relaja (abre) a los dánaos encerraods en el útero, y furtivamente (abre)
259 los encierros de-pino Sinón. El caballo, abierto, hacia las auras los devuelve
260 a ellos, y ellos-alegres se ofrecen desde la cóncava madera,
261 Tesandro y Esténelo, jefes, y el cruel Ulises,
262 deslizados (deslizándose ellos, lapsi) por la cuerda bajada (demissum), y Acamante y Toante
263 y el Pelida Neoptólomeo, y Macaonte el primero
264 y Menelao y el mismo fabricante del dolo (engaño), Epeo.
265 Invaden una urbe sepultada en el sueño y en el vino
266 asesinan a los vigilantes, y, abiertas las puertas, a todos
267 sus socios acogen, y (se) unen a sus tropas cómplices.
268 El tiempo era, en que la primera quietud para los mortales abatidos
269 empieza, y serpea, gratísima, como de los dioses.
270 He-aquí-que, en sueños, ante mis ojos, el tristísimo Hector
271 me pareció (visus [est] mihi) estar-presente / acudir, y derramar largos llantos,
272 raptado por las bigas/carros, como en su-día, y (que él estaba) oscuro por el cruento
273 polvo, y (que estaba) atravesado a correas (le habían atravesado correas) por sus pies tumefactos.
274 ¡Ay de mí! ¡Cómo estaba! ¡Cuán mutado de aquel Héctor
275 el cual vuelve (volvió) investido (habiéndose investido) los despojos de Aquiles,
276 o (vel) el-que-lanzaba (iaculatus) frigios fuegos a las popas de los dánaos!
277 Llevando una sucia barba y adheridos los cabellos (crines) por la sangre,
278 y aquellas heridas que, muchas, alrededor de los muros padrios
279 recibió. Por-mi-parte (ultro), llorando yo mismo me-veía (me-parecía, en sueños)
280 que yo llamaba (compellare) a ese varón y sacaba (de mí) estas tristes voces:
281 "¡Oh luz de Dardania, oh esperanza fidelísima de los teucros,
282 ¿qué demoras tan-grandes te (de)tuvieron? ¿Desde qué orillas, (oh) Héctor
283 anhelado, vienes? ¡Cómo te contemplamos, después de los muchos funerales
284 de los tuyos, después de los varios (variados) labores de los hombres y de la urbe,
285 agotados (nosotros). ¿Qué causa indigna deformó / afeó
286 tus serenos semblantes? ¿O por qué esas heridas discierno (veo)?”
287 Él, nada (dijo); ni se-demora-ante mí, que preguntaba cosas vanas,
288 sino-que, gravemente, sacando gemidos de lo hondo del pecho,
289 “Ay huye, hijo de la diosa, y arrebátate a-ti-mismo de estas llamas.
290 El enemigo tiene los muros; se derrumba desde su alto culmen Troya.
291 Suficiente a la patria y a Príamo dado (fue): si lo(s) Pérgamo(s) con una diestra
292 ser-defendido(s) pudieran, también ya con esta (mi diestra) defendido(s) hubieran sido.
293 Troya te encomienda a ti sus objetos-sagrados y sus Penates;
294 coge a estos (como) acompañantes de los hados, con estos busca las murallas
295 magnas que establecerás, finalmente, tras-haber-errado-por-todo el ponto.”
296 Así dice, y con sus manos a las bandas, y a Vesta poderosa,
297 y el eterno fuego saca de los profundos (penetralibus) santuarios (adytis).
298 Entre tanto las murallas se-mezclan/confunden con un diverso luto,
299 y más y más, aunque separada (secreta) la casa de mi padre
300 Anquises, y cubierta por árboles estaba-en-un-receso (apartada),
301 los sonidos se hacen-claros y el horror de las armas se precipita (in(g)ruit).
302 Me sacudo-abruptamente del sueño y las cornisas del sumo techo
303 con (mi) ascenso supero, y me detengo con los oídos erguidos (arrectis auribus):
304 como cuando hacia un sembrado una llama, a causa de los enfurecidos Austros,
305 cae, o (cuando) un robador torrente desde un río montano / de-las-montañas
306 asuela los campos, asuela los felices sembrados y las labores de los bueyes,
307 y trae/arrastra los bosques precipitados: queda-estupefacto, inconsciente, el pastor,
308 desde el alto vértice de la roca recibiendo/oyendo el sonido;
309 entonces verdaderamente manifestada (fue) la fidelidad (de ellos), y de los dánaos se abren/quedan patentes
310 las insidias. Ya ruina dio (se derruyó) la amplia casa
311 de Deífobo, superándola ['el dios'] Vulcano, ya, próximo, arde
312 Ucalegonte; los anchos estrechos (canales) sigeos relucen con fuego.
313 Se origina el clamor de los hombres y el clangor de las tubas.
314 Cojo, sin-mente (amente), las armas; y no (hay) bastante (de) razón en las armas,
315 sino-que por aglomerar un puñado (de hombres) para la guerra y por concurrir a la fortaleza
316 con mis socios arden mis ánimos (de Eneas); el furor y la ira mi mente
317 precipita(n), se me ocurre que ser-muerto entre las armas (es) bello.
318 He-aquí-que, sin embargo, Panto, librado (resbalado) de los dardos de los aqueos,
319 Panto el Otriade, sacerdote de la fortaleza y de Febo,
320 él mismo trae/arrastra en su mano los-objetos-sagrados, y a los vencidos dioses,
321 y a su pequeño nieto, y en su carrera se dirige sin-mente a (mis) umbrales
322 “¿En qué lugar (está) la situación suprema, Panto? ¿Qué fortaleza prendemos?” [¿En qué situación está la fortaleza que intentamos prender?]
323 Apenas había dicho (yo) esas cosas cuando con un gemido cosas-tales devolvió:
324 “Vino el día supremo y el ineluctable tiempo
325 de Dardania. Fuimos los troyanos. Fue Ilión. Y (fue) la ingente
326 gloria de los teucros. El fiero Júpiter todo a (los) Argos [a los argivos o a Argos]
327 transfirió; los dánaos dominan (se-enseñorean) en la incendiada urbe.
328 El arduo (alto) caballo, erguido en medio-de las murallas, difunde
329 hombres-armados y Sinón, vencedor, incendios mezcla,
330 exsultante/insultante. Otros están en las puertas con-doble-apertura,
331 cuantos miles en-otro-tiempo vinieron de las magnas Micenas;
332 sitiaron (obsedēre) otros, con dardos opuestos, las-partes-angostas de las vías;
333 se alza (se aposta) una formación, de hierro, ceñida (pertrechada) con puntas
334 brillantes, preparada para la muerte (matar); apenas intentan los combates los primeros
335 vigilantes de las puertas, y con ciego [dios] Marte resisten.”
336 Por tales palabras del Otríada y por el numen de los dioses
337 me-lanzo hacia las llamas y hacia las armas, por donde la triste Erinia,
338 por donde el estruendo llama y el clamor, elevado hasta el éter.
339 Se añaden a-sí-mismos (como) socios Ripeo, y, máximo en las armas,
340 Épito, ofrecidos por la luna, e Hípanis, y Dimante,
341 y a nuestro lado se aglomeran, y el joven Corebo,
342 el Migmidónida -en aquellos días, por-la-fortuna/azar, hacia Troya
343 había venido, encendido por su insano amor a/de Casandra
344 y (como) yerno traía auxilio a Príamo y a los frigios,
345 ¡infeliz, quien los preceptos de una prometida (sponsa) inspirada no
346 había escuchado!
347 A los cuales, cuando los vi, compactados, arder hacia los combates,
348 comienzo, además-de estas-cosas: “Oh jóvenes, oh pechos fortísimos en vano,
349 si para vosotros (existe) el deseo cierto de seguir a-quien-osa unas-cosas-extremas (Eneas, y se refiere así mismo),
350 veis cuál sea la fortuna para nuestras-cosas (la situación de Troya):
351 se-marcharon todos los dioses, abandonados los templos-profundos y las aras,
352 (esos dioses) por quienes este imperio se mantenía-en-pie; (so)corréis a una urbe
353 incendiada. Muramos y en medio de las armas caigamos (ruamus).
354 Una-sola (es) la salvación para los vencidos, no esperar ninguna salvación”
355 Así el furor añadido (fue) a los ánimos de los jóvenes. Desde-ahí, como los lobos
356 rapaces en la oscura niebla, a quienes, ciegos, una ímproba rabia del vientre
357 los saca-fuera, y sus cachorros, dejados-atrás,
358 (los) esperan con sus fauces secas, [así] a través de los dardos, a través de los enemigos
359 vamos hacia una no dudosa muerte y (man)tenemos
360 el camino de la mitad de la urbe; la oscura noche vuela-alrededor con su cóncava sombra.
361 ¿Quién el desastre de aquella noche, quién los funerales, hablando,
362 explicará, o pueda igualar las labores con las lágrimas?
363 Una urbe antigua se derrumba/derruye, habiendo-dominado (habiéndose enseñoreado =deponente) por muchos años;
364 muchos cuerpos inertes [y] por las vías yacen por-todas-partes
365 y por las casas y los religiosos umbrales
366 de los dioses. Y no solos los teucros dan sus penas/castigos con sangre;
367 a veces también para los vencidos retorna a sus corazones la virtud
368 y caen los vencedores dánaos. Por-todas-partes cruel
369 luto, por-todas-partes pavor y la mucha (múltiple) imagen de la muerte.
370 El primero, de los dánaos, con una gran caterva acompañándo(lo),
371 Andrógeo se ofrece a-sí-mismo (se) para nosotros (nobis), creyéndo(nos) tropas socias,
372 inconsciente, y, más allá, con palabras amigas nos apela/apremia:
373 “¡Apresuraos, varones! ¿Pues qué pereza tan tarda
374 os-demora? Otros roban los incendiados Pérgamos
375 y se los llevan: ((y)) ¿vosotros ahora por-primera-vez desde las excelsas neves llegáis?”
376 Dijo, y al-mismo-tiempo (pues no se-nos-daban respuestas
377 suficientemente fieles) se-sintió resbalado/deslizado/caído en-medio-de los enemigos.
378 Quedó-estupefacto, y hacia atrás su pie junto-con-su voz reprimió/retornó.
379 Como quien opime/pisa entre las ásperas zarzas un imprevisto reptil,
380 apoyándose (él) en el suelo (humi, locativo), y, asustado, de repente (lo) rehúye
381 (al reptil)-que-levanta sus iras y que-entumece/hincha sus cérulos/azules+irisados cuellos;
382 no de-oro-modo Andrógeo, tembloroso por la visión, se iba.
383 Nos precipitamos, y alrededor-nos-difundimos con nuestras densas armas,
384 y a los ignorantes del lugar, por todas partes, y a los cautivos por el temor,
385 aplastamos; aspira/inspira la Fortuna a nuestra primera labor (dt).
386 Y aquí, exultante por su éxito y por sus ánimos Corebo:
387 “Oh socios, por-la-vía (qua [via]) que la primera Fortuna -dice- muestra
388 el camino de la salvación, y por-la-(vía)-que se presenta a-sí-misma (se) diestra, sigámos(la):
389 cambiemos/mudemos los escudos, y las insignias de los dánaos, y a nosotros-mismos
390 los adaptemos. Dolo/Engaño o virtud, ¿quién en el enemigo lo requiera?
391 Ellos mismos sus armas (nos) darán”. Así hubo-hablado/habló, después, el empenachado
392 casco de Andrógeo y el insigne ornato de su escudo
393 se-inviste, y a su costado acomoda una espada argiva.
394 Esto Ripeo, esto el mismo Dimante, y (esto) toda la juventud
395 hace, alegre: con los recientes espolios cada-uno se arma.
396 Avanzamos/Vamos mezclados con los dánaos, no-con-el-numen-nuestro
397 y, afrontándolos (congressi), sembramos muchos combates a-lo-largo-de la ciega
398 noche; a muchos de los dánaos enviamos al Orco.
399 Huyen otros hacia las naves, y en su carrera unos litorales
400 seguros buscan; una parte (de ellos) el ingente caballo con temblor vergonzoso
401 escalan de nuevo, y en la conocida matriz se esconden.
402 ¡Ay-que no es sagrado/lícito (fas) que nadie confíe nada a los dioses adversos (invitis)! (o bien: "que nadie confíe en nada con los dioses adversos")
403 He-aquí-que era traída/arrastrada la virgen Priameia, Casandra, sueltos
404 sus cabellos, desde el templo y (desde) los sagrarios de Minerva,
405 hacia el cielo tendiendo sus ardientes ojos (luces), en vano,
406 sus ojos (luces), pues unas ataduras impedían/ataban sus tiernas (=adolescentes) palmas.
407 No soportó esta visión/imagen Corebo, enloquecida su mente,
408 y se lanzó para-ir-a-morir hacia la mitad de la formación (a la media fila).
409 Lo seguimos todos y corrimos hacia unas densas armas.
410 Aquí, por primera vez, desde el alto culmen del santuario, por los dardos
411 de los nuestros somos destruidos (obruimur) y se origina una desgraciadísima matanza
412 por la faz/aspecto de las armas y por el error de los penachos griegos.
413 Entonces los dánaos, por su gemido, y por la ira (de los troyanos por)/de la raptada virgen,
414 reunidos/recolectados desde-todos-lados (nos) invaden, el acérrimo Áyax
415 y ambos Atridas (los geminados Atridas, Agamenón y Menelao), y el ejército entero de los dólopes:
416 como (ceu) alguna-vez, en un roto torbellino, los vientos adversos/contrarios
417 luchan-juntos (entran-en-con-flicto): (y) el Céfiro, 'y' el Noto, 'y' el alegre Euro, con sus orientales (Eois)
418 caballos; los bosques hacen-un-ruido-estridente y enloquece con su tridente
419 el espumoso Nereo, y remueve las superficies por/desde el fondo profundo.
420 También aquellos, si a algunos en la oscura noche por la sombra
421 dispersamos/difundimos con insidias y por toda la urbe los agitamos/acosamos,
422 (re)aparecen; ellos-los-primeros reconocen los escudos y los mentidos/fingidos dardos,
423 y señalan/confirman las bocas discordantes por su sonido (lengua griega/lengua troyana).
424 En-el-mismo-lugar/instante, somos arruinados /destruidos por su número; y el primero Corebo
425 cae-muerto, por la diestra de Peneleo, junto al ara de la diva armipotente (=Palas Atena);
426 cae también Ripeo, él solo el más justo
427 que existió entre los Teucros, y el más preservador de lo ecuánime
428 (para los dioses de otro modo visto [fue]). Perecen Hípanis y Dimante,
429 fijados/atravesados por sus socios; y ni a ti tu mucha piedad, Panto (voc.sg.m),
430 ni la cinta/ínfula de Apolo te protegió a ti, cayendo (que caías).
431 [Oh] ilíacas cenizas y llama extrema/final de los míos,
432 (os) pongo-por-testigo(s), (de-que) en el ocaso vuestro ni los dardos ni ningunas
433 fortunas/azares (vices) de los dánaos yo evité, y, si los hados hubiesen sido
434 que yo cayera-muerto, lo habría merecido/pagado por mi mano. Nos arrancamos de allí (inde),
435 Ífito y Pelias conmigo (de los cuales Ífito por la edad
436 ya más pesado/grave [era], y Pelias lento/tardo por la herida de Ulises;
437 directamente (protinus) llamados hacia las sedes de Príamo por el clamor.
438 Aquí en verdad una ingente pugna (discernimos), como-si (ceu) en ninguna parte otras guerras
439 hubieran existido, (y) ningunos/nadie en toda la urbe se muriesen.
440 Así, a Marte indómito, y a los dánaos precipitándose a los techos
441 discernimos, y el asediado umbral, hecha la concha (tortuga).
442 Se adhieren a las paredes las escalas y bajo los propios postes
443 se apoyan con escalones/pasos siniestros, y, protegidos, oponen sus escudos
444 hacia los dardos, (y) agarran los aleros con sus diestras.
445 Los dardánidas, por contra, las torres y todos los cúlmenes
446 de las casas arrancan; con estos dardos, a sí mismos, cuando disciernen sus últimos-momentos,
447 ya en la extrema muerte se preparan para defender(se);
448 y las áureas vigas, altos decorados/ornatos de sus vetustos padres,
449 hacen rodar; los otros, con sus espadas estrechadas,
450 asediaron las puertas: las guardan con fila/regimiento denso.
451 Se instauran los ánimos de socorrer los techos (palacios) regios,
452 y aliviar/levantar a los hombres con auxilio, y añadir fuerza a los vencidos.
453 Un umbral había, y unas ciegas puertas, y un uso transitable,
454 de los techos/palacios de Príamo entre-sí, y unos postes dejados
455 a la espalda (había), por donde, mientras se mantenían esos reinos,
456 muy a menudo, la infeliz Andrómaca solía desplazarse (se ferre), no acompañada,
457 hacia sus suegros, y a su chico, Astianacte, traía a su abuelo Príamo.
458 Me voy hacia las cornisas (fastigia) del supremo culmen, desde donde
459 sus dardos, inútiles, con su mano, lanzaban los míseros teucros.
460 Una torre, que-estaba-en-pie, hacia lo alto, bajo los sumos techos,
461 y que (estaba) elevada hacia los astros, desde donde toda Troya (solía) ser vista,
462 y las naves de los dánaos y los campamentos aqueos solían ser vistos,
463 aproximándonos alrededor, con hierro, por donde los altos entablados
464 ofrecían junturas deslizantes (no firmes), arrancamos de sus altas
465 sedes, y la empujamos; ella, caída de repente, su ruina
466 con sonido/ruido arrastra, y sobre las formaciones de los dánaos, anchamente,
467 incidió/se-cayó. Sin embargo, otros llegan/suben, y entre tanto no cesa(n) ni las rocas
268 ni ningún género de dardos.
469 Ante el mismo vestíbulo y en el primer umbral, Pirro
470 exulta, brillante por sus dardos y por una luz broncínea;
471 cual una culebra, cuando hacia la luz/amanecer, habiendo pastado malas gramas,
472 bajo la tierra fría, tumefacta, una bruma la cubría:
473 ahora, dejadas sus pieles (mudas, exuvias), y nueva y nítida con una juventud
474 lúbrica, alta/erguida (arduus), contorsiona sus espaldas, con su pecho elevado
475 hacia el sol, y brilla en su boca con sus lenguas-tripartitas.
476 A una, el ingente Perifante y el auriga/agitador de los caballos de Aquiles,
477 su escudero Automedonte, a una, toda la pubertad esciria,
478 acceden al techo (palacio), y llamas a los cúlmenes (tejados) echan/lanzan.
479 Él mismo, entre los primeros, agarrando un hacha-de-dos-alas,
480 rompe los duros umbrales y los postes broncíneos de su quicio
481 arranca; y ya, cortada la viga, cavó las maderas firmes,
482 y dio/dejó una ingente ventana con una amplia boca.
483 Aparece/se-ve la casa por dentro y los atrios largos se abren,
484 aparecen(se-ven los interiores (penetrales) de Príamo y de los viejos reyes,
485 y (los de dentro, los troyanos) ven a los armados que-están en el primer umbral.
486 Pero (at) la casa interior con gemido y lamentable tumulto
487 se mezcla/se-confunde, y, en-el-interior, los sagrarios cóncavos aúllan
488 con duelos femeninos; el clamor hiere los astros áureos.
489 Entonces las despavoridas madres erran por los ingentes techos (palacios);
490 y, abrazadas-a-ellos, (sos)tienen los postes y les fijan besos.
491 Insta Pirro, con su violencia paternal (propia de Aquiles); y ni los claustros
492 ni los custodios valen/tienen-fuerza para soportarlo; se tambalea la puerta
493 a-golpe-del-ariete incesante, y los postes removidos de su quicio caen-hacia-delante.
494 Se-hace la vía con la violencia; rompen las entradas y a los primeros asesinan
495 los dánaos enviados/que-habían-entrado, y ampliamente llenan con soldado los lugares.
496 No así, habiendose-roto sus cauces, cuando el espumoso río
497 se-salió, y las moles opuestas venció con su torbellino,
498 es llevado (se lanza) enloquecido contra los sembrados en cúmulo, y por todos los campos
499 arrastra los ganados con sus establos. Vi yo-mismo a Neoptólemo (Pirro),
500 enfurecido/enloquecido por su matanza, y a los dos/geminados Atridas en el umbral,
501 vi a Hécuba, y a sus cien nueras, y a Príamo por las aras,
502 manchando con sangre los fuegos que él mismo había consagrado.
503 Aquellos cincuenta tálamos, esperanza tan-grande de nietos,
504 los postes, soberbios de oro extranjero y de expolios,
505 sucumbieron; tienen los dánaos (todo-lugar) por-donde no-está el fuego.
506 Quizá también (et) preguntes cuáles fueran los hados de Príamo.
507 Cuando vio el caso/destino/caída de la ciudad capturada, y vio los convulsionados
508 umbrales de los techos (palacios), y al enemigo en mitad de las sedes,
510 él, muy anciano, se inviste de armas largamente desacostumbradas por la edad, en vano, y se ciñe un no útil hierro
511 (espada), y se-va/se-lanza a morir hacia/entre los densos enemigos.
512 En medio de los recintos-sagrados, bajo el desnudo eje del éter,
513 había un ingente altar, y a su lado, un vetustísimo laurel
514 recostándose al ara (hacia el ara), y con su sombra abrazado (estaba) a los Penates.
515 Aquí, Hécuba y sus nacidas, en vano, alrededor de los altares,
516 como (ceu) palomas precipitándose por una oscura tempestad,
517 todas-muy-juntas (condensae) y abrazadas a los simulacros de los dioses estaban-sentadas.
518 Pero cuando (ut) (Hécuba) a él mismo, a Príamo, tomadas las armas juveniles
519 cuando (lo) vio: “¿Qué mente tan ominosa, desgraciadísimo cónyuge,
520 (te) empujó a ceñirte con estas armas? ¿O adónde te precipitas/arruinas? (ruis)", dijo.
521 “No de tal auxilio (abl.) ni de estos defensores (abl.)
522 este tiempo necesita; no, si el propio Héctor mío, ahora estuviera-presente.
523 Acude aquí, al fin; esta ara nos protegerá a todos,
524 o morirás a la vez”. Así habiendo-hablado (Hécuba) con su boca, lo recibió (a su marido Príamo),
525 hacia sí-misma, y en la sagrada sede colocó al anciano.
526 He-aquí, en cambio, que Polites, resbalado/escapado de la matanza de Pirro,
527 uno de los nacidos/hijos de Príamo, a través de los dardos, a través de los enemigos,
528 huye por los largos pórticos, y los vacíos atrios lustra (recorre),
529 herido. A él, Pirro, ardiente por (hacerle) una herida mortal,
530 (lo) persigue, y ya, ya, en la mano (lo) tiene y lo oprime con su lanza (hasta).
531 Cuando (ut) por fin se evadió (escapó) ante los ojos y los rostros de sus padres,
532 cayó (Polites), y su vida (di)fundió con mucha sangre.
533 Aquí (en-esto) Príamo, aunque ya es-tenido (está) en mitad de la muerte,
534 no, sin embargo, se-abstuvo ni ahorró (a) su voz (dt) ni (a) su ira (dt):
535 “Mas a ti, por (este) crimen,” exclama, “por tales osadías,
536 los dioses, si alguna piedad hay en el cielo que se preocupe de tales cosas,
537 te absuelvan gracias dignas (de esto / de ti) y tus premios debidos
538 te devuelvan, (tú,) quien me hiciste contemplar a-mi-cara (coram me) la muerte
539 de mi hijo, y execraste los rostros paternos con el funeral (de su hijo).
540 Pero no aquel, del cual (abl) tú (Pirro) te mientes engendrado, Aquiles,
541 fue tal en (con) su enemigo Príamo; sino que (a) los juramentos y (a) la fe
542 de un suplicante enrojeció, y el cuerpo exangüe de-Héctor rindió/devolvió
543 para su sepulcro [para-que-yo-Príamo-lo-enterrara], y a mí hacia mis reinos me remitió”
544 Así hablado (habló) el anciano (senior), y un dardo no-bélico (imbelle), sin golpe (sin fuerza),
545 lanzó, el cual en seguida fue rechazado por el ronco bronce,
546 y en el supremo ombligo/centro del escudo (de Pirro) en vano quedó-colgando.
547 Al cual Pirro: “Referirás, así pues, estas cosas, y como nuncio/heraldo irás
548 al Pelida, mi progenitor (Aquiles). A aquel acuérdate de narrarle
549 mis tristes hechos/actos y (acerca) de su indigno (hijo) Neoptólemo [indigno-de-su-estirpe]
550 Ahora, muere”. Esto diciendo, junto a los mismos altares a él, tembloroso (a Príamo)
551 trajo/arrastró, y a él, resbalando en la mucha sangre de su hijo (Polites),
552 [y] le envolvió (agarró) el pelo con la (mano) izquierda, y con la diestra sacó
553 su brillante espada y, a/en su costado hasta la empuñadura (capulo tenus) la hundió.
554 Este (fue) el fin de los hados de Príamo, esta salida (este final)
555 a él en-suerte lo llevó (le cupo en suerte), a él, viendo Troya incendiada y caído(s)
556 l(os) Pérgamo(s), a él, soberbio regidor un-día para (de) tantos pueblos
557 y tierras de Asia. Yace (él,) un troco ingente (o bien yace él, ingente, trunco/amputado), en el litoral,
558 y una cabeza arrancada de los hombros, y sin nombre un cuerpo.
559 Pero a mí entonces por-primera-vez me rodeó un salvaje horror
560 Me quedé estupefacto; me subió (vino) la imagen de mi querido padre
561 cuando al rey (Príamo), de-igual-edad, vi, exhalando su vida
562 por una cruel herida, me subió (a la memoria) la desierta Creúsa
563 y mi casa saqueada y el caso (la situación) situación de (mi) pequeño (hijo) Julo.
564 Miro-atrás, y cuál sea la provisión (de mis hombres) a mi alrededor lustro (miro).
565 Desertaron todos, agotados, y (unos) sus cuerpos
566 a la tierra enviaron de un salto o-bien, (otros), a los fuegos los dieron (sus cuerpos) enfermos.
567 [Y ya a tal punto uno solo era (yo-Eneas), cuando contemplo a Tindáride (Hélena)
568 guardando los umbrales de Vesta y escondida, callada,
569 en la secreta sede; (me) dan clara luz los incendios
570 (a mí), errante por todos lados, y (a mí), llevando los ojos por todas-las-cosas.
571 Ella (Hélena), temiendo-de-antemano (praemetuens) para sí a los teucros hostiles, por el(los) destruido(s)
572 Pérgamo(s) y (temiendo) la pena/castigo de los Dánaos, y las iras
573 de su desertado (abandonado) cónyuge (Menelao), (Hélena), común Erinia de Troya y de su patria,
574 se había escondido a sí misma, y en las aras, no-bienvenida (invisa), estaba-sentada.
575 Ardieron fuegos en mi ánimo; (me) sube (viene) la ira de vengar
576 a mi patria, que caía (cadentem), y de asumir (hacer pagar) las penas criminales (de Hélena).
577 “¿Ciertamente ésta, (Hélena), incólume, contemplará Esparta y sus patrias
578 Micenas, y marchará (como) reina, con su parido triunfo?
579 ¿Y su matrimonio (coniugium) y la mansión de su padre y a sus hijos verá,
580 y también la multitud de los/las Ilíades, acompañada por los ministros frigios?
581 ¿Y habrá caído a hierro Priamo? ¿Troya habrá ardido a fuego?
582 ¿Habrá sudado tantas veces el litoral con la sangre de los dardanios?
583 No así (ha de ser). Pues aunque ningún nombre memorable (digno de memoria)
584 hay en la pena femínea [en (matar) a una mujer], esta victoria tiene su alabanza;
585 seré alabado sin embargo (por) haber extinguido el sacrilegio, y por haber tomado
586 las penas de la que lo merece (Hélena), y me alegrará haber llenado/saciado mi ánimo
587 de la llama vengadora, y de haber saciado las cenizas de los míos”
588 Cuando (cum) a mí, que tales cosas echaba (de tales cosas me jactaba), y me-dejaba-llevar por una furiosa mente]
589 a mí se ofreció a sí misma, no antes tan clara a mis ojos, para-ser-vista,
590 y a través de la noche refulgió en una pura luz
591 mi alimenticia (alma) madre (parens), confesa diosa (confesándose diosa) y cual ser vista (suele)
592.por los dioses-celestiales y cuan-grande suele (ser vista), y con la diestra aprehendiéndome-a-mí
593 me contuvo, y con boca de-rosa esto sobre-ello añadió:
594 “Hijo, qué-tan-gran-dolor excita tus indómitas iras?
595 ¿Por qué te enfureces? ¿O adónde se ha apartado, para ti, tu preocupación de nos (de mí)?
596 ¿No mirarás antes dónde hayas dejado a tu padre, agotado por la edad,
597 a Anquises, o si (-ne) vive-aún (superet) tu esposa, Creúsa,
598 y (vive) tu chico-hijo, Ascanio? A todos los cuales, de-todas-partes, las griegas
599 filas rodean (circum-errant) y, si-no resistiera/fuera-constante mi cuidado,
600 ya las llamas (se los) habrían llevado y (los) habría agotado (desangrado) la espada enemiga.
601 No (sea) para ti odiada la faz/cara de la Tindáride, la laconia (Hélena),
602 o el culpado-culpable Paris: la inclemencia de los dioses (divum),
603 de los dioses abatió estas riquezas, y asoló desde su culmen a Troya.
604 Observa (pues toda la nube, la que ahora, puesta-delante para el que mira,
605 apaga las visiones mortales para ti y, húmeda, arededor,
606 las oscurece: esa nube la arrancaré; tú no temas -no-teme- órdenes algunas -[ali]qua-
607 de tu madre, o no rehúses -no-rehúsa- obedecer a mis preceptos):
608 aquí, donde ves las deshechas moles y las rocas arrancadas de las rocas,
609 y el ondeante humo con el mezclado polvo,
610 Neptuno golpea-agita los muros y los conmocionados fundamentos de los muros
611 con su gran tridente, y derrumba (eruit) toda la ciudad desde sus sedes.
612 Aquí la salvajísima Juno, ella la primera, tiene
613 las puertas esceas, y, enfurecida, llama a la formación aliada desde las naves,
614 ceñida ella -Juno- con el hierro -la espada-.
615 Contempla (oh, Eneas) (que) ya la Tritonia Palas (Atenea) las altas murallas
616 tiene-como-sede, refulgente con su nimbo y con su Górgona cruel.
617 Mi propio padre (Júpiter) a los dánaos suministra ánimos y fuerzas favorables (secundas),
618 él mismo suscita a los dioses contra las dárdanas armas.
619 Sálvate (arráncate del peligro), hijo, e impón una huida y un final a tu fatiga (labor);
620 en ningún sitio te-faltaré, y a ti, protegido, te estableceré en tu umbral patrio-paterno”.
621 Había dicho, y en las espesas sombras de la noche se escondió.
622 Aparecen crueles los rostros, y enemigos los grandes númenes de los dioses
623 para Troya.
624 Entonces verdaderamente visto (fue) para mí todo Ilión en llamas,
625 y ser-volteada (caer boca abajo) la Neptunia Troya desde lo más profundo:
626 y como (veluti) en lo-más-alto de los montes el antiguo olmo (ac. sg. fem.),
627 cuando (cum) a él, cortado con hierro y con incesantes hachas-de-dos-alas (bisarmas)
628 los agricultores (lo) instan a derrumbarse en-rivalidad (a-porfía), él (el olmo) por todos lados es amenazado,
629 tembloroso mece su cabellera, con/por su vértice golpeado,
630 mientras-hasta-que, paulatinamente, vencido por las heridas, lo supremo gimió,
631 (su último [gemido] dio) y trajo-arrastró, descuajado, la-su ruina por los cerros:
632 desciendo (yo-Eneas), y conduciéndome un dios (de) entre la llama y los enemigos
633 me libero: las armas dan-abren un lugar y las llamas retroceden.
634 Y cuando se-había-llegado (perventum [est]) a los umbrales de la sede patria (sede de mi padre)
635 y a sus (mis) antiguas mansiones, mi progenitor, a quien yo deseaba subir el primero
636 a los altos montes y (que era) el primero al que (yo) buscaba,
637 renuncia (se niega) a prolongar su vida habiendo sido destruida Troya,
638 y a padecer el exilio. "Vosotros, oh, para quienes está íntegra la sangre
639 de/por vuestra edad" dijo "y (están) sólidas vuestras fuerzas por su dureza (robustez),
640 agitad-emprended vosotros la fuga.
641 A mí, si los celestiales hubiesen querido conducirme (prolongarme) la vida,
642 hubiesen conservado para mí estas sedes. Suficiente y de sobra que vimos (vi) unas
643 destrucciones (las de Troya destruida por Heracles), y sobrevivimos (sobreviví) a la cautivada ciudad.
644 Así, oh, así depositado (mi cuerpo), habiéndoos dirigido (n.pl.m) a él, (despedidos de mi cadáver), marchaos.
645 Yo mismo por mi mano la muerte encontraré; se compadecerá el enemigo
646 y mis despojos buscará. Fácil desecho de sepulcro.
647 Ya desde hace años odioso para los dioses, e inútil, mis años
648 demoro, desde que el padre de los dioses y rey de los hombres
649 me sopló con los vientos de su rayo y me tocó con el fuego".
650 Tales cosas recordando, persistía, y fijo permanecía.
651 Nosotros, en contra, deshechos-vertidos en lágrimas, (tanto) mi cónyuge, Creúsa,
652 y Ascanio, y toda la casa, [diciendo-que] mi padre no quisiera verter-arruinar consigo
653 todas las cosas y sucumbir a un hado urgente
654 Se-niega él, y se-mantiene en su empresa (en lo emprendido) y en sus mismas sedes (moradas).
655 De nuevo soy-arrastrado a las armas y la muerte, desgraciadísimo (yo-Eneas), deseo:
656 Pues ¿qué consejo, o qué fortuna ya me era dada?
657 "¿Esperaste, padre, que yo (me+ne) pudiera sacar de aquí mi pie, abandonado tú,
658 y ha salido tan gran abominación de tu boca paterna?
659 Si place a los altísimos no dejar nada de tan-gran ciudad
660 y reside esto en su ánimo, y les agrada añadirte a ti y a los tuyos
661 a la Troya que-va-a-morir, abierta está la puerta a esta muerte,
662 y ya estará-vendrá Pirro, con la mucha sangre de Príamo,
663 el que (qui) al hijo ante los semblantes de su padre, el que (qui) al padre mutila ante las aras.
664 "¿Esto era, nutricia madre (Venus), por-lo-que a mí, a través de las armas, a través de los fuegos
665 me arrebatas (sacas), para que contemple al enemigo en medio de los penetrales,
666 y para que (contemple) a Ascanio, y al padre mío, junto con Creúsa, asesinados
667 el uno en la sangre del otro?
668 ¡Armas, varones! ¡Llevad-traed armas! Su última luz (día) llama-invoca a los vencidos.
669 Devolvedme a mí para-hacia los dánaos; permitid que vuelva-a-ver los instaurados
670 combates: nunca hoy moriremos todos sin-ser-vengados".
671 Después-de-esto me ciño con el hierro (la espada) de nuevo, e insertaba con el escudo
672 mi mano siniestra, adaptándola, y me lanzaba a mí mismo fuera de los techos (mansiones).
673 Pero he aquí que mi esposa, abrazada a mis pies en el umbral
674 estaba-firme, y tendía hacia mí,-su-padre, al pequeño Julo:
675 "Si te vas para-morir, también a nosotros arrástranos a-todas-las-cosas contigo;
676 pero si (pero-si-no), habiéndolo-experimentado, alguna esperanza pones en las armas,
677 primero protege (impvo.) esta casa. ¿A quién el pequeño Julo,
678 a quién tu padre, a quién soy-abandonada yo misma, la que un día fui llamada tu esposa?”
679 Gritando tales cosas con su gemido llenaba todo el techo (mansión),
680 cuando se origina un prodigio súbito y admirable de decir.
681 Pues entre las manos y los rostros de sus tristes padres
682 he aquí que desde lo más alto de la cabeza de Julo un leve ápice
683 paració (visus [est]) que difundía luz, y una llama no-dañina al tacto (pareció)
684 que lamía sus suaves melenas (de Julo) y que se apacentaba alrededor de sus temporales (sienes)
685 Nosotros, atemorizados, [empezamos a] temblar de miedo y a sacudir su pelo
686 ardiente y a extinguir los santos fuegos con fuentes (aguas).
687 Sin embargo mi padre Anquises elevó sus ojos a las estrellas, alegre,
688 y hacia el cielo las palmas junto-con su voz tendió:
689 “Júpiter omnipotente, si has de doblegarte con preces algunas,
690 contémplanos a nosotros, solo esto, y si merecemos (de tu) piedad (abl.),
691 danos, después, tu auxilio, padre, y confirma estos agüeros-ómenes".
692 Apenas estas cosas había dicho el anciano (senior), y con un súbito fragor
693 tronó (¿impersonal? ¿Júpiter?) a la izquierda, y, desde el cielo, resbalada por-entre las sombras,
694 una estrella corrió, llevando su haz-antorcha con mucha luz.
695 A ella, resbalando sobre los más altos cúlmenes del techo (mansión)
696 la divisamos, clara, esconderse en la espesura idea (del monte Ida),
697 y señalando (ella) los caminos; entonces, su surco (en el cielo), con su largo límite-linde,
698 da luz, y anchamente, alrededor los lugares sahúman con-de azufre.
699 Aquí-Entonces, en verdad, (con)vencido, mi progenitor se alza hacia las auras
700 y se dirige a los dioses y la sagrada estrella adora.
701 "Ya, ya ninguna la demora es; os-sigo, y por-donde conducís voy,
702 dioses patrios; conservad mi casa-(familia), conservad a mi nieto (Julo).
703 Vuestro es este augurio, y en vuestro numen Troya es-está.
704 Cedo yo-ciertamente, y no, hijo-mío, rehúso ir yo como-acompañante para ti"
705 Había dicho él, y ya, por las murallas, un fuego más claro
706 se oye, y más-cerca los incendios vuelven-hacen-rodar los calores.
707 “Así pues, ve-anda, querido padre, imponte (sé-impuesto) sobre la cerviz nuestra;
708 yo mismo te-subiré a hombros y no a mí esta labor me pesará;
709 por-dondequiera-que (quocumque) las cosas caerán-acaecerán, uno y común el peligro (será),
710 una-misma la salud para ambos será. Para mí el pequeño Julo
711 sea compañero, y de-lejos preserve-guarde nuestras huellas mi esposa.
712 Vosotros, fámulos-sirvientes, advertid con vuestros ánimos a lo que yo diga.
713 Hay, para los que salen de la ciudad, un túmulo y un templo vetusto
714 de la abandonada Ceres, y, junto, un antiguo ciprés (n.s.fem.)
715 preservado por la religión de nuestros padres por muchos años.
716 hacia esta única sede vendremos desde-diverso(s-lugares).
717 Tu, progenitor, toma los-objetos-sagrados en tu mano y los patrios penates:
718 (es) sacrílego que yo los toque, habiendo-salido-yo de guerra tan grande y de la matanza
719 reciente, hasta que en un río vivo
720 me haya-habré limpiado (hecho-ablución)”.
721 Esto habiendo dicho (yo-Eneas) me-recubro los anchos hombros y mi subyacente cuello
722 con una ropa encima y la piel de un dorado león,
723 y me-meto bajo mi carga (dat., bajo Anquises); a mi diestra se plegó el pequeño
724 Julo, y sigue a su padre (yo-Eneas) no con pasos iguales;
725 detrás sube-viene mi esposa. Somos-llevados por las-partes-opacas de los lugares,
726 y a mí, a quien hace-poco ningunos dardos lanzados
727 me conmovían, ni los griegos aglomerados en adverso enjambre (exámine),
728 ahora todas las auras me aterran, todo sonido me excita,
729 a mí, suspendido, y al par temiendo por (para) mi acompañante (Julo) y por (para) mi carga (Anquises).
730 Y ya me acercaba a las puertas-de-la-ciudad (portis), y me parecía haber evadido (escapado de)
731 todo camino-vía, cuando súbitamente un denso sonido de pies
732 pareció llegar a mis oídos, y mi padre, mirando-oteando por la sombra:
733 “Hijo”, exclama, “huye, hijo, se acercan.
734 Ardientes escudos y bronces brillantes discierno-veo".
735 Aquí, a mí-(Eneas), asustado, no sé qué numen poco propicio (mal/poco amistoso)
736 me arrebató mi confundida mente. Pues mientras sigo en mi carrera
737 unos lugares-sin-vía (intransitados), y sobrepaso las partes conocidas de las vías,
738 ay, (es) incierto (si) por un hado, desgraciado, mi esposa Creúsa, arrebatada, quedó-atrás,
739 (o si) erró en la vía (se equivocó de camino), o si, resbalada-errada, se retrasó / se sentó;
740 y (ya) después no fue devuelta a los ojos nuestros.
741 Y no antes miré-hacia-atrás a-ella-perdida, o mi ánimo volví-atrás (no antes)
742 de que vinimos-llegamos al túmulo de la antigua Ceres y a su sede sagrada:
743 aquí, finalmente, reunidos todos, una-sola
744 estuvo-ausente, y a sus acompañantes, y a su hijo y a su marido, falló/faltó.
745 ¿A quién no acusé/inculpé, demente, de hombres y dioses,
746 o qué-cosa más cruel en la destruida ciudad vi?
747 A Ascanio y a mi padre Anquises y los penates teucros,
748 (todos) los encomiendo a mis socios, y en un curvado valle los escondo;
749 yo mismo a la ciudad regreso y me ciño con mis fulgentes armas.
750 Firme-está renovar todos los casos-situaciones y volverme por toda
751 Troya y de nuevo mi cabeza exponer/oponer a los peligros.
752 En el principio, los muros y los oscuros umbrales de esa puerta
753 por la cual mi paso (marcha) había sacado-yo, vuelvo-a-buscar, y mis huellas,
754 hacia atrás observadas, sigo a través de la noche y las lustro-busco con la luz:
755 horror por todos lados en/para mi ánimo; a la vez, los propios silencios me aterran.
756 Desde ahí a mi casa-paterna, por si por fortuna su pie, por fortuna, la hubiese llevado,
757 a mí mismo me devuelvo: habían irrumpido (en ella) los dánaos, y todo el techo tenían.
758 Al punto el fuego voraz a lo más-alto de las cornisas con el viento
759 se-vuelve-envuelve; (las) superan las llamas, enloquece el bullir-del-fuego hacia las auras.
760 Procedo-avanzo y las sedes y la fortaleza de Príamo revisito (vuelvo a ver):
761 y ya, en los pórticos vacíos, en el asilo de Juno,
762 unos custodios selectos, Fénix y el cruel (dirus) Ulises
763 el botín guardaban. Aquí, de todas partes, el troyano tesoro
764 raptado de los incendiados templos, y las mesas de los dioses,
765 y las crateras sólidas por (ser-de) oro, y la ropa cautiva
766 se amontona(n). Los niños y las aterrorizadas madres en larga fila
767 están alrededor.
768 Osando-yo, incluso (por-qué-no), a lanzar voces, por la sombra
769 llené con mi clamor las vías, y, triste (yo-Eneas) a Creúsa
770 en vano, redoblando (mis voces) una vez y otra vez la llamé.
771 A-mí-que la buscaba y que de los techos de la ciudad sin fin me lanzaba,
772 el infeliz simulacro y la sombra de la propia Creúsa
773 (fue) vista para-por mí ante los ojos, y mayor (era) su imagen que la (imagen) conocida.
774 Me-quedé-estupefacto, y se-pusieron-de-punta mis cabellos y la voz a mi garganta (fauces) quedó-adherida.
775 Entonces así a-decir (dijo) y a-quitar (quitó) mis cuidados con estas palabras:
776 "¿Qué te ayuda indulgir-abandonarte tanto a un insano dolor,
777 oh dulce cónyuge? No estas cosas llegan-suceden sin el númen
778 de los dioses; y no (es) lícito (fas) que tú lleves a a Creúsa como compañera
779 o lo permite (ni lo permite) aquel regidor del supremo Olimpo.
780 Largos exilios para ti, y la vasta superficie del mar ha de ser arada (por ti),
781 y llegarás a la tierra hesperia (de Hesperia), donde el lidio Tibris (Tíber-Álbula)
782 fluye entre los fecundos campos de los hombres con su suave corriente.
783 De allí cosas-sucesos felices, y un reino, y una regia esposa,
784 nacidas (serán) para ti; rechaza-expele las lagrimas de tu amada-elegida Creúsa.
785 No veré yo las sedes de los mirmídones ni las sedes soberbias de los dólopes,
786 o iré para servirlas (servitum, supino) a las madres griegas,
787 (siendo yo) dardánida y nuera de la divina Venus;
788 sino que a mí la magna progenitora de los dioses me detiene en estas orillas.
789 Y, ya, ten-salud, y preserva el amor de nuestro hijo común".
790 Cuando estas palabras dio, a mí, llorando y queriendo muchas cosas decir,
791 me abandonó (desertó), y retrocedió hacia las tenues auras.
792 Tres veces habiendo intentado (intenté yo) allí dar mis brazos alrededor de su cuello;
793 tres veces en vano abrazada su imagen, huyó a-de mis manos,
794 (imagen) pareja a los leves vientos y muy semejante al volador sueño.
795 Así, al fin, a mis socios, consumida la noche, vuelvo-a-ver.
796 Y aquí encuentro, quedándome-admirado, que había afluido un ingente número
797 de nuevos compañeros, (y) madres y varones,
798 una juventud reunida para el exilio, pueblo desgraciado.
799 De todas partes llegaron-se-reunieron, preparados, con sus ánimos y sus recursos,
800 (a ir) a cualesquiera tierras que yo quisiera conducirlos por el piélago.
801 Y ya surgía el Lucífero (la estrella del alba) por los cerros de lo más alto del Ida
802 y conducía al día, y los dánaos tenían asediados
803 los umbrales de las puertas, y no (nos) era-dada esperanza alguna de ayuda.
804 Cedí, y, levantado mi padre (a-hombros), busqué los montes.