Inmenso ardor de eterna hermosura

Inmenso ardor de eterna hermosura
de Fernando de Herrera


 Inmenso ardor de eterna hermosura   
 en vuestra dulce faz se me aparece,   
 y en mis entrañas arde y siempre crece   
 con inmortal incendio virtud pura.   
 

 Con alteza y valor vuestra figura  
 sin igual en mi alma resplandece,   
 y pues ufana sufre, bien merece   
 algún corto favor de su ventura.   
 

 No puede ser mayor vuestra belleza,   
 y no es ya justo que ceguéis mis ojos,  
 su flaca luz gastando en tanto fuego;   
 

 que si al pecho mostráis vuestra grandeza,   
 muriendo en llama no daré despojos,   
 los que pudiera dar viviendo ciego.