Indolente, Dejado, Perezoso, Negligente (SLC)

Nota: En esta transcripción se ha mantenido la ortografía original.

Indolente, Dejado, Perezoso, Negligente.

Es uno indolente por falta de sensibilidad; dejado por falta de ardor; perezoso por falta de accion; negligente por falta de cuidado.

Nada mueve al indolente; él vive en tranquilidad y sin temor de las fuertes pasiones. Es difícil animar al dejado: en cuanto hace va lentamente. En los perezosos es preferible el deseo de la quietud y del reposo á las ventajas que proporciona el trabajo. La distraccion y descuido es la dote del negligente, todo se le escapa y no se cuida de ser exacto.

La indolencia embota el gusto. La dejadez teme la fatiga. La pereza huye del trabajo. La negligencia ofrece dilaciones y deja escapar la ocasion.

Creo que el amor es entre todas las pasiones la mas á propósito para vencer la indolencia. Paréceme que se ataca con mas facilidad la dejadez con el temor del mal, que con la esperanza del bien. La ambicion ha sido siempre el enemigo mortal de la pereza. Los intereses personales y considerables, no permiten ni dan lugar á la negligencia.