Funerales
de Antonio Ros de Olano
           
           «¡El Rey ha muerto!» «¡Viva el Rey!»-Corrieron
	a ensordecer el ámbito estos gritos;
	las galas con los lutos se fundieron
	en el aplauso y funerales ritos.
	 
	   ¡Oh página del tiempo en que escribieron
	privados y magnates sus delitos!...
	«¡¡El Rey ha muerto!!... ¡Ha muerto!» respondieron
	las tumbas en airados plebiscitos.
	 
	   Y entonces el furor con mano fuerte,
	¡epopeya cruel del vulgo zafio!
	¡venganza de la vida y de la muerte!
	 
	   Grabó en la losa con cincel de encono,
	convirtiendo la historia en epitafio:
	«¡Divinidad mortal, éste es tu trono!»