Fecundidad de la memoria

Fecundidad de la memoria
de Juan Valera


El señor no estaba en casa, y el negrito que le servía, abrió la puerta a un forastero muy pomposo.

-¿Está en casa su amo de usted? -preguntó el forastero.

-Ha salido, -contestó el negrito.

-¡Cuánto lo siento! -exclamó el forastero.- No traigo tarjetas.

-¿Qué importa eso? No se apure: diga su nombre; el negrito tiene buena memoria y no le olvidará.

-Pues bien: diga usted a su amo que ha estado aquí a visitarle D. Juan José María Díez de Venegas, Caballero Veinticuatro de la ciudad de Jerez. ¿Se acordará usted?

-¿Y cómo no? -dijo el negrito.

En efecto; cuando volvió su amo el negrito le dijo:

-Zeñó, aquí han estado a visitar a su merced D. Juan, D. José, doña María, diecinueve negas, veinticuatro caballeros y la ciudad de Jerez.