Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.

ENVIDIA.

¡Oh envidia, raíz de infinitos males, y carcoma de las virtudes! Todos los vicios, Sancho, traen un no sé qué de deleite consigo; pero el de la envidia no trae sino disgustos, rancores y rabias.


Donde reina la envidia no puede vivir la virtud, ni adonde hay escasez la liberalidad.