El canto gangoso
de Juan Valera


La madre abadesa no consideraba que el canto era bastante devoto y sentido cuando no era muy gangoso también, especialmente al terminar cada frase.

Las novicias y las monjas jóvenes se obstinaban, sin embargo, en querer lucir la voz y en no ganguear.

Cierto día que estaban en el coro, cantaron sonoramente y sin que el aire pasase por las narices:

-¡Per omnia saecula saeculorum!

Y notando la abadesa que no la obedecían, dijo gangueando y algo enojada:

-¡Niñas, un poco de narices en elculorum!