El calvo y la mosca

El calvo y la mosca
de Félix María Samaniego


Picaba impertinente
En la espaciosa calva de un Anciano 
Una Mosca insolente.
Quiso matarla, levantó la mano, 
Tiró un cachete, pero fuese salva, 
Hiriendo el golpe la redonda calva. 
Con risa desmedida
La Mosca prorrumpió: «Calvo maldito, 
Si quitarme la vida
Intentaste por un leve delito,
¿A qué pena condenas a tu brazo, 
Bárbaro ejecutor de tal porrazo?» 
«Al que obra con malicia,
Le respondió el varón prudentemente, 
Rigurosa justicia
Debe dar el castigo conveniente, 
Y es bien ejercitarse la clemencia 
En el que peca por inadvertencia. 
Sabe, Mosca villana,
Que coteja el agravio recibido 
La condición humana,
Según la mano de donde ha venido»; 




Que el grado de la ofensa tanto asciende 
Cuanto sea más vil aquel que ofende.