Eduardo Wilde (1844-1913)/Al lector

Nota: Se respeta la ortografía original de la época
El olvido era lo que mas le hubiera lastimado…

Vivía con su pensamiento en nosotros. Nada de cuanto sucedía aquí le era indiferente. Él, tan resistente á todos los entusiasmos, solo se animaba hasta la exaltación, cuando se trataba de las cosas argentinas.

EL DIARIO, Septiembre 5 de 1913.


AL LECTOR


El doctor Wilde tenía antipatía por los libros "In memoriam" y por los denominados "Coronas fúnebres", sobre todo si tenían algún signo exterior de serlo. Decía que los libros debían tener aspecto amable y sonriente como la cara de un amigo; elegía encuadernaciones claras y flexibles para su biblioteca, y en cada volumen tenía cuidadosamente pegados retratos, grabados y paisajes, de modo que siempre se tenía una sorpresa agradable al abrirlos.

Así, pues, no hemos querido hacer de este un libro fúnebre, por seguir sus tendencias, puesto que está dedicado á su memoria.

Son antecedentes de familia, rasgos biográficos, fechas y datos destinados á las personas que los han pedido, á sus amigos y también á los que no lo conocieron, pues en la masa enorme de trabajo que significa este resumen, encontrarán elementos para comprender el verdadero carácter de esta personalidad que tomo parte tan activa en la vida pública de este país, en años de gran evolución, y que fue evidentemente una de las más originales y eminentes figuras de su época.

El Editor.