Discurso: 26 de noviembre de 2005


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Buenos días. Esta semana, nos reunimos con nuestros seres queridos para dar gracias por las muchas bendiciones en nuestras vidas. Cada familia tiene sus propias tradiciones. Sin embargo, estamos unidos como nación al designar un día de gratitud. Estamos agradecidos por nuestros familiares y amigos, que llenan nuestras vidas de alegría y amor. Estamos agradecidos por la abundancia de este país próspero. Estamos agradecidos por la libertad que hace posible que disfrutemos de todos estos obsequios. Y reconocemos con humildad que todas estas bendiciones y la propia vida provienen de Dios Todopoderoso.

En el Día de Acción de Gracias y durante todo el año, estamos agradecidos con los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas por proteger la paz en estos tiempos peligrosos. Muchos miembros de nuestras Fuerzas Armadas conmemoran este día lejos de casa. Se desempeñan con valentía y destreza en Iraq, Afganistán y otros lugares para defender nuestra libertad y extender a otros las bendiciones de la libertad. Durante el año pasado, estos valientes estadounidenses continuaron luchando contra los terroristas en el extranjero para que no tengamos que enfrentarlos aquí dentro del país. Y han ayudado a los pueblos de Iraq y Afganistán a celebrar elecciones históricas y exitosas. Son lo mejor de los Estados Unidos, y les agradecemos hoy y todos los días por su servicio y sacrificios.

Esta semana también les damos las gracias a nuestras familias militares, que hacen grandes sacrificios por la causa de la libertad. Muchos de nuestros soldados han tolerado largos despliegues y separaciones de sus hogares. Muchos de aquéllos que se quedan atrás deben lidiar con la carga de criar a sus familias mientras rezan que sus seres queridos regresen a salvo. Todos los estadounidenses honran y aprecian la dedicación y sacrificio de nuestras familias militares.

Esta semana pensamos especialmente en las familias militares que se lamentan por la pérdida de seres queridos. Cada persona que fallece en el servicio militar activo infunde la gratitud eterna de los estadounidenses. Las familias militares que lloran la muerte de los caídos saben que Estados Unidos no olvidará su servicio y pueden estar seguras de que honraremos ese sacrificio concluyendo la noble misión por la cual sus seres queridos dieron la vida.

El Día de Acción de Gracias nos recuerda que "a todo el que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho." Al dar gracias por lo que tenemos, estamos conscientes de que debemos compartir nuestras bendiciones y posesiones con los demás, y el pueblo estadounidense, conmovido, realiza actos de compasión. Este espíritu compasivo se hizo evidente nuevamente este año, cuando los Estados Unidos acudimos en ayuda del prójimo necesitado tras la destrucción causada por los huracanes Katrina y Rita. Oramos para que podamos mantener nuestra fuerza durante la reconstrucción de esas comunidades y hacer que nuestros compatriotas vuelvan a tener esperanza.

El llamado universal de amar al prójimo también se extiende más allá de nuestras orillas y nos lleva a ayudar a personas en otros países. Nuestra nación ha comenzado a asistir a millones de personas en Pakistán, India y Afganistán que sufren tras el desolador terremoto del mes pasado en el sur de Asia. Los insto a que visiten el sitio de Internet del Fondo de Socorro tras el Terremoto en el Sur de Asia en SouthAsiaEarthquakeRelief.org, para averiguar sobre maneras en que pueden ayudar. Y para asistir a los necesitados en sus ciudades, en todo Estados Unidos y el mundo, sírvanse consultar el sitio de Internet del Cuerpo de Libertad de los Estados Unidos de Norteamérica, USAFreedomCorps.gov.

Esta semana de Acción de Gracias, le pedimos a Dios que continúe bendiciendo a nuestras familias y nuestra nación. Laura y yo les deseamos un fin de semana feliz y seguro.

Gracias por escuchar.


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