Discurso: 20 de marzo de 2004

<Discursos del Presidente George W. Bush


Buenos días.

Hace un año esta semana las fuerzas terrestres de una fuerte coalición entraron a Irak para liberar a ese país del dominio de un tirano.

Para el pueblo iraquí fue el comienzo de su liberación. Para el mundo fue el momento en que años de demandas y promesas se tornaron en acción decisiva.

La liberación de Irak fue bueno para el pueblo iraquí, bueno para Estados Unidos, y buen para el mundo. La caída del dictador iraquí ha eliminado del Medio Oriente una fuente de violencia, agresión e inestabilidad. El peor régimen de la región ha dado lugar a uno que dentro de poco será entre los mejores. Las demandas de las Nacional Unidas fueron cumplidas, no ignoradas con impunidad. Años de desarrollar armas ilícitas por parte del dictador han llegado a su fin. El pueblo iraquí ahora recibe ayuda en lugar de sufrir sanciones. Y hombres y mujeres a lo largo del Medio Oriente, mirando hacia Irak, alcanzan a ver un poco de lo que puede ser la vida en un país libre.

Ayudar a Irak a surgir como una nación libre es una responsabilidad global - y las naciones del mundo están cumpliendo con su responsabilidad. Tropas de Gran Bretaña y Polonia y Japón están asegurando áreas importantes del país. Fuerzas especiales de El Salvador, Macedonia y otras naciones están ayudando a encontrar y derrotar a asesinos Baatistas y terroristas. En total, más de 50 naciones están ayudando al pueblo iraquí a salir de décadas de tiranía y a lograr un futuro democrático.

Todavía existen hampones violentos y asesinos en Irak, y nuestra coalición se está ocupando de ellos. Hace poco interceptamos un documento de planificación que estaba siendo enviado a líderes de al-Qaida por un terrorista llamado Zarqawi. Junto con las amenazas usuales, él expresó una queja: "Nuestro enemigo" dijo Zarqawi, "está cada vez más fuerte y sus informes de inteligencia aumentan día a día.!Esto es sofocación!" Zarqawi se está dando cuenta. La resolución de la coalición es firme. Nunca entregaremos Irak a terroristas que pretenden nuestra propia destrucción. No fallaremos al pueblo iraquí, que ha puesto su confianza en nosotros. Tome lo que tome, lucharemos y trabajaremos para asegurar el éxito de la libertad en Irak.

Los terroristas odian y tienen como blanco a un Irak libre. También odian y tienen como blanco a cualquier país que represente la democracia, la tolerancia y la libertad en el mundo. Los asesinatos en Madrid han puesto en relieve una vez más la agenda y la naturaleza del enemigo terrorista. Matan a los inocentes - matan a niños y a sus madres en un tren de pasajeros - sin conciencia y sin merced. Causan el sufrimiento y el dolor y se regocijan al hacerlo.

La guerra contra el terror no es una figura retórica. Es la llamada ineludible de nuestra generación. Los terroristas están ofendidos no sólo por nuestras políticas. Están ofendidos por nuestra existencia como naciones libres. No hay concesión que apaciguará su malicia. No hay acuerdo que satisfará sus demandas sin fin. No hay curso de terapia que curará su odio. No puede haber paz separada con el enemigo terrorista. Tome lo que tome, buscaremos y encontraremos y destruiremos a los terroristas.

A principios de esta semana viajé al Fuerte Campbell en Kentucky donde me reuní con los Green Berets (las "Boinas Verdes"), soldados de fuerzas especiales, y miembros de la unidad 101 de Aerotransportados - los "Screaming Eagles" (las "Águilas que Gritan"). Estos hombres y mujeres están defendiendo a sus conciudadanos contra enemigos sin cuartel. Han liberado a millones de la opresión, y han contribuido al ímpetu de la libertad a través del mundo. Como todos sus hermanos y hermanas en uniforme, están haciendo a Estados Unidos más seguro. Debido a su servicio y sacrificio, yo sé que la justicia y la libertad prevalecerán sobre el terror y la tiranía.

Gracias por escuchar.



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