Diccionario histórico geográfico, biográfico y bibliográfico de la provincia de Ciudad Real: Abenójar

D. Francisco Coello hace confluir en esta villa la vía romana, que desde Mérida se dirigía a Zaragoza, y la que partiendo de Sisapon por puerto Marches terminaba en Toledo. Es muy nombrada en las expediciones militares de la Edad Media, adquiriendo su posesión Alfonso VIII, el cual dió á la O. de Calatrava la dehesa de Abenoja juntamente con las de Zacatena y Alcudia; y concediendo Honorio III por su Bula dada en Letrán á 9 de febrero de 1217 al arzobispo D. Rodrigo "las casas, viñas, molinos, hornos, sernas,... de Zuferola con todos sus términos en Alarcos... y las fuentes de Ravinat y Corralrubio hasta Abenoja" de aquí, que el Prelado de Toledo cobrara en ella su tercia pontifical, sin que la Orden pusiera en juicio su derecho.

En el reparto, que de sus bienes hizo la Orden, Abenójar fue agregado a la encomienda mayor; perteneció al partido de Almagro, hasta que el Comendador mayor obtuvo para sus pueblos el nombramiento de un alcalde-mayor con residencia en aquella ciudad, para que entendiera en los negocios y causas de estos pueblos.

Situado al extremo de la sierra de Caracuel y en una hondonada, le cruza un arroyo, cuyos miasmas suelen ser germen del paludismo. Dista nueve leguas de Ciudad Real y 5 de la estación de Puertollano, perteneciendo al partido de Almodóvar. En el siglo XVIII tocó casi los límites de su despoblación, pues los visitadores de 1.720 le señalan 47 vecinos. En el censo de 1.887 figura con 606 y 1.980 habitantes.

En la primera guerra civil fue fortificada esta villa, teniendo ordinariamente un pequeño destacamento formado en 9 de Noviembre de 1.836 por 15 hombres del provincial de Córdoba, hubo de capitular a la aproximación de Cabrera.

La iglesia parroquial está dedicada a Nuestra Señora de la Asunzión, habiendo sido reedificada en 1.826 á expensas de la encomienda mayor, mereciendo el aprecio de los inteligentes los tres grandes cuadros de su retablo mayor, el de la Titular, S. Carlos Borromeo y S. Francisco de Asís, de autor desconocido. Felipe II, por cédula dada en Elvas á 7 de febrero de 1.581, confirmó la licencia que el concejo de esta villa había dado al presbitero Juan Sánchez de Rivera, para que en la iglesia parroquial levantase un altar y en él colocar la imagen de Nuestra Señora del Rosario: la que desde aquel tiempo es tenida en gran devoción.

En el Capítulo General de 1.632 nos dice de este pueblo: "Los compulsos de Cabeza Arados y de Luciana, que están agregados por el Consejo de las Ordenes desde el año 1.636, se agreguen al beneficio de la villa de Abenosa... por estar enmedio y que tambien ha ido en disminucion, y tiene setenta vecinos..." Tiene esta iglesia la categoría de primer ascenso y está servida por cura y coadjutor.

VILLAGUTIERREZ. - D. Antonio Blázquez sitúa a la mansión de Ad Turres del camino de Mérida a Zaragoza