Correo de Comercio: 14 de abril de 1810/1

Correo de Comercio

Número 7

Del Sábado 14 de abril de 1810

ESTADÍSTICA

Nada mas importante que tener un conocimiento exacto de la riqueza y fuerza de los Estados; este es el objeto de la ciencia Estadística, y su fin para proceder con acierto en todas las disposiciones que se dirijan al órden económico á efecto de fomentar la Agricultura, animar la Industria, y proteger el Comercio, como que son los arcos torales de la felicidad pública.

Algunas ideas de esta ciencia se habían insertado en varias obras de Economía Política, y de Aritmética Política, sin notarse la diferencia, confundiéndose los objetos de unas y otras, hasta que de poco tiempo á esta parte se han distinguido por los sabios Alemanes, y sucesivamente en loa demás Estados de Europa se ha trabajado, procurando la mayor perfección y exactitud en los datos para conseguir que los resultados sean ciertos.

Por fortuna nosotros nos hallamos con estos trabajos anticipados, y tenemos, aquellas normas por donde entrar á indagar la Estadística del Vireynato, y acaso á nuestra imitación podríamos obtenerla de los demás Vireynatos y Gobiernos de toda la América Española, para promover y obtener las mayores ventajas que pueden proporcionar á la nación.

¿No sería permitido que dixesemos que hasta ahora habiamos procedido á ciegas en todos los ramos económicos, no teniendo una noticia, ni que se aproxime á la verdad de nuestra Estadística? Ciertamente estamos creídos que los pocos conocimientos que hemos adquirido hasta ahora son insuficientes, y de positivo inexactos.

Carecemos de planos geográficos y topográficos de las Provincias del Vireynato, levantados con la perfección, y exactitud que pide la ciencia; apenas debemos á las expediciones de la demarcación de limites la Provincia de Cochabamba, parte de la del Paraguay y Misiones, y la linea hasta el Rio Grande, con el reconocimiento poco prolixo que hizo del Rio Negro Villarino, en la costa Patagónica: todas las demás Provincias nos son desconocidas, á pesar del gran plano que formó D. Juan de la Cruz en Madrid, y publicó el año 1775, por puras noticias, sin observaciones, y por tanto lleno de errores crasísimos.

Ignoramos la superficie del territorio que ocupamos y su extensión, los bosques que hay, la calidad de sus maderas, los climas que gozamos; la naturaleza de las tierras, el estado de la agricultura, las producciones animales, minerales y vegetables que nos presenta la naturaleza, la población que tenemos, de la que ni aun noticias logramos de los nacidos y muertos; ignoramos.... Pero donde vamos á parar, si hemos de apuntar quanto es necesario saberse para formar los planos estadísticos de nuestro Vireynato.

Hemos entendido que el Real Consulado ha siete años para ocho, que trabaja con el mayor empeño para conseguir los datos más comunes al menos á fin de tener alguna noción estadística, y bien notorio es el modelo que imprimió el año anterior, á fin de que con la menor incomodidad posible se apuntasen por los encargados las noticias útiles que exigia para una empresa de tanta consideración y tan ventajosa.

Pero también nos es constante de que á pesar de haberse valido de las personas mas respetables, y de que nuestro superior gobierno empeñó toda su protección á favor del pensamiento á fin de que se executase con el mayor celo, hasta ahora no se le ha devuelto un plano, ni del curato mas infeliz, donde podría haberse llenado con solo un poco de curiosidad: mas hay, que la etiqueta, esta peste casi endémica de nuestro continente, ha trabajado para detener el curso de esta grande, necesaria, y útil obra.

Oímos mil declamaciones por los males que se padecen; quexas por los impedimentos que estorban los progresos; lamentos por las extorsiones de los exactores, y no hay quien se mueva á dar una noticia, ni quien abandonando la pereza quiera contraherse á exponer quanto halle conducente al bien de la Patria.

¿Seria posible que el patire de familias remediase los males de su casa si los ignoraba? ¿Sería posible que pudiese disponer en ella con acierto sino se le daban las noticias importantes del estado de sus negocios? He aqui el símil mas á proposito para inferir que todos debemos contribuir con nuestros conocimientos, sean quales fueren de nuestro estado á nuestros respectivos xefes para que estos los pasen al xefe superior de estas Provincias que es el padre de la gran familia que compone el Vireynato.

Pero todavía con mayor anhelo, y á costa de qualesquiera incomodidad, los que debemos prevenir la miseria de nuestros co-hermanos; pues que es indudable que se evitaría en lo posible si nuestro Superior Gobierno, y las Corporaciones y Magistrados á quienes corresponde promover el bien de la cansa pública, tubieran los datos importantísimos que se han solicitado por el expresado cuerpo Consular.

Esos datos son necesarios, son útiles, y en vano es creer que sin ellos se puedan tratar con acierto, según que lo desean nuestros xefes, las materias interesantes á la causa común del Estado; sin conocimientos de la fortuna publica, de las necesidades y recursos de estas Provincias, no es posible que se dicten las providencias mas convenientes á la felicidad general.

Los mismos que proyectan, y se entregan, llevados del espíritu público mas acendrado, á los trabajos penosos para el fomento de la Patria, no sabrán dar un paso sin exponerse á errores perjudialisimos, faltándoles las razones estadísticas, por que ellas son, digámoslo asi, las guias por donde han de conducirse para no extraviarse y caer en precipicios, arrastrando á caso, á los que suelen deslumbrar los raciocinios.

Entonces veriamos tratar todo lo perteneciente á la administración y al gobierno de nuestras Provincias con datos irrefragables, no hallar tropiezos ni obstáculos en la execucion de los pensamientos bien convinados; pues que á todos serian conocidas las razones, separándose el misterio que la ignorancia nos bace concebir que existe en semejante clase de negocios, y en conseqüencia se cooperaría con todo anhelo á la formal existencia del orden que se estableciese.

¿Que satisfacción no resultaría al hombre publico y aun al particular de saber quanto hay, quanto existe en el Pais que habita? Y contrayendonos al comerciante ¿Quantas ventajas no adquiriría sabiendo la situación de las Provincias, sus producciones, su población, sus relaciones de unas con otras, y tantas otras materias que le ha de presentar la estadística de cada una de ellas?

¿No seria para nosotros una gloria, hacer ver al mundo todo nuestro poder y nuestros recursos, mucho mas en las circunstancias actuales? Sepan todas las naciones que la España Americana tiene en si riquezas inagotables que le ha concedido la Divina Providencia, y manifestamos a las Provincias de la España Europea los auxilios inmensos que puede sacar de estas para que nuestra nación adquiera toda la preponderancia de que es susceptible.

Importa, pues muy mucho que se tome el mayor empeño en llenar los Estados que ha remitido el Real Consulado, y que sepan los habitadores de este suelo que las noticias que se solicitan lexos de ser para perjudicarlos, como ignorantemente lo han creído algunos, no llevan otras miras, ni tiene otro objeto que el del bien general: que no se arredren de comunicarlas, y desechen los vanos temores de que son para imponerles gabelas, y causarles extorsiones: tan lexos están de servir para eso, que antes por el contrario, servirán para desterrar los males de que se quexan baxo todos aspectos.

Esta es la mente de nuestro Soberano, y de nuestro Gobierno, quando quiere saber la estadística de estas Provincias, á fin de conducirlas á sus mayores ventajas, anonadando lo perjudicial, desechando lo inutil, y protegiendo y fomentando todos los ramos que coinciden con el aumento y felicidad de quantos habitamos estos dominios.



← Página anterior Página siguiente →