Como un Cirano de Bergerac




COMO UN CIRANO de BERGERAC


 
Salió a su labio tierna sonrisa
Mezcla de alegre con algo trágico,
Una sonrisa de Monna Lissa
La que soñara Leonardo el mágico.

Me quedé solo, sumido en honda
Profunda angustia. Yo meditaba,
Mirando a aquella nueva Gioconda
Que con su risa me apuñaleaba.


Me fui temblando, transido el pecho
De un dolor fiero llegué a mi lecho;
Dormí tranquilo: sin alma ya.

Tal como el niño duerme en su cuna,
Y soñé un raro viaje a la luna
Como Cirano de Bergerac.


Agosto 11 de 1912.