Cayó la Troya de mi alma en tierra

Cayó la Troya de mi alma en tierra
de Lope de Vega
Soneto 123
   Cayó la Troya de mi alma en tierra, 
abrasada de aquella griega hermosa,
que por prenda de Venus amorosa
Juno me abrasa, Palas me destierra.

   Mas como las reliquias dentro encierra
de la soberbia máquina famosa,
la llama en las cenizas victoriosa
renueva el fuego y la pasada guerra.

   Tuvieron y tendrán inmortal vida
prendas que el alma en su firmeza apoya,
aunque muera el troyano y venza el griego.

   Mas, ¡ay de mí!, que con estar perdida, 
aun no puedo decir: ¡aquí fue Troya!,
siendo el alma inmortal y eterno el fuego.