Canto de la sangre

Prosas profanas (1917)
de Rubén Darío
ilustración de Enrique Ochoa
Canto de la sangre





CANTO DE LA SANGRE
A Miguel Estrada.

SANGRE de Abel. Clarín de las batallas.
Luchas fraternales; estruendos, horrores;
Flotan las banderas, hieren las metrallas,
Y visten la púrpura los emperadores.

Sangre del Cristo. El órgano sonoro.
La viña celeste da el celeste vino;
Y en el labio sacro del cáliz de oro
Las almas se abrevan del vino divino.

Sangre de los martirios. El salterio.
Hogueras; leones, palmas vencedoras;
Los heraldos rojos con que del misterio
Vienen precedidas las grandes auroras.

Sangre que vierte el cazador. El cuerno.
Furias escarlatas y rojos destinos
Forjan en las fraguas del obscuro Infierno
Las fatales armas de los asesinos.

¡Oh sangre de las vírgenes! La lira.
Encanto de abejas y de mariposas.
La estrella de Venus desde el cielo mira
El purpúreo triunfo de las reinas rosas.

Sangre que la Ley vierte.
Tambor a la sordina.
Brotan las adelfas que riega la Muerte
Y el rojo cometa que anuncia la ruina.

Sangre de los suicidas. Organillo.
Fanfarrias macabras, responsos corales.
Con que de Saturno celébrase el brillo
En los manicomios y en los hospitales.