Amor, médico ignorante

Amor, médico ignorante
de Pedro Soto de Rojas


Si escucho el son del regalado aliento
que al Euro amansa y al Genil suspende,
mi lastimado corazón se enciende
y solicita en su ruina al viento;

si ausente estoy, veloz el pensamiento
corre a la luz, en que su luz se ofende:
que Amor curar con su veneno entiende
y el tormento halagar con más tormento.

¡Oh, ignorante doctor, oh falsa cura!
¿Cómo no ves que en fuerza tan rendida
medicina tan cáustica es locura?

Sepan todos, Amor, que no das vida,
que abres la más difícil sepultura
más bien que cierras la menor herida.