Al nacimiento de la Princesa de Asturias

Al nacimiento de la Princesa de Asturias
de Rafael María Baralt


 ¡La Reina es madre! Venturoso día
 luce por fin en el Oriente hispano:
 présago de salud, con hondo arcano
 a Trono y Pueblo el Hacedor le envía.
 

 Cesa la guerra; la Discordia impía
 huye al profano; y del bifronte Jano
 cerrado el templo, con augusta mano
 la regia prole a la virtud nos guía.
 

 Y la patria revive; árbitro y dueño
 es de la tierra; y su blasón divino
 brilla otra vez con inmortal hazaña.
 

 Ángel querido, así al mirarte, el ceño
 la suerte depondrá, y alto destino
 de honor y gloria labrarás a España.