Al Alambra
de Serafín Estébanez Calderón


 Contempla, pasajero, la morada   
 que el árabe a su gloria alzó triunfante;   
 cómo la tiempo se rinde vacilante   
 su magnífica mole ya cascada.   
 

 La altivez de sus torres humillada,  
 de escombros llenó el pórtico arrogante,   
 y sin su azul el artesón brillante,   
 anuncia muerte al ánima angustiada.   
 

 Contempla bien cual queda sin colores   
 el morisco relieve y paramento,    
 borradas ya sus cifras y sus flores.   
 

 Míralo bien, que a paso menos lento,   
 el tiempo a ti también entre dolores,   
 traidor te acerca el último momento.