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Escena VIII editar

DOÑA VENTURA y luego DOÑA ROSA.

D.ª VENTURA BAZÁN. -¡Mucho tarda la señorita Rosa! Pero yo no debo concebir esperanzas. Sin conocerme, ni saber quién soy, ¡cómo me han de recibir sin más ni más! ¡Esta Rosa es un ángel! Mientras viene me entretendré. (Acercándose al piano, se sienta y preludia.) ¡Ah, qué felicidad sería para mí vivir en el seno de una familia tan amable! (Toca y canta. Al empezar la copla sale DOÑA ROSA, y se coloca a la puerta del foro para escuchar a DOÑA VENTURA.)


¿Qué fiero quebranto
aflige a Belisa,
que ha trocado en llanto
su pura sonrisa?
¿Acaso, oh Cupido,
artero la heriste?
Su madre ha perdido,
¡oh huérfana triste!