A un montañés
de Nicasio Álvarez de Cienfuegos


No hay quien en la nobleza a mí me exceda   
sobrepujo a los Cerdas y Quiñónez.   
Los Requesens, los Laras, y aun Borbones   
y al fin contrarrestarme no hay quien pueda.   
 

     Soy señor Montañés, con esto queda 
     dicho todo: resuenan mil blasones   
     por remotas y próximas regiones,   
     vuele mi fama y a ninguna ceda.   
 

Los laureles se quiten luego a Apolo   
ya que es mi voluntad, puesto que quiero 
que proclamen y ensalcen a mí solo.   
 

     Pues repita la fama con esmero   
     desde el uno hasta el otro opuesto polo   
     que: Viva el Montañés aunque Alojero.